El hundimiento del Titanic fue una de las tragedias más importantes del Siglo XX y las historias de sus pasajeros merecen ser contadas. Es el caso de esta argentina, que sobrevivió a la tragedia para contarlo.
La fascinante historia de la argentina que sobrevivió al hundimiento del Titanic (y su buque hermano)

Violet Jessop nació el 2 de octubre de 1887 en Bahía Blanca. Hija de inmigrantes irlandeses, era la mayor de 9 hermanos, de los cuales sobrevivieron 6. Durante su adolescencia contrajo tuberculosis y, a pesar de las pocas expectativas de los médicos, superó la enfermedad.
Poco tiempo después, una cirugía se cobraría la vida de su padre, lo que llevó a la familia de Violet a regresar a Inglaterra. Allí, estudió en un convento y se encargó de cuidar a sus hermanos mientras su madre trabajaba de azafata en varias lineas de barcos.

Cuando terminó sus estudios, decidió seguir los pasos de su madre y comenzó a trabajar en la Royal Mail Line. Su apariencia, carácter y dominio del español e inglés le permitieron que dos años más tarde fuera contratada por la White Star, donde fue azafata a bordo del RMS Majestic y luego el RMS Olympic.
Una serie de eventos desafortunados
Su primer incidente llegaría en 1911, cuando el Olympic colisionó con el crucero de guerra Hawke. Si bien se trató de un accidente menor, marcaría el inicio de la mala racha.
En 1912, Jessop fue elegida como camarera para el viaje inaugural del Titanic. Los primeros 4 días transcurrieron con normalidad, hasta la colisión del barco contra un iceberg el 14 de abril.
Inmediatamente, Jessop fue asignada a la cubierta para hablar y transmitir calma a los pasajeros de tercera clase que hablaran español. Durante el hundimiento, fue obligada a embarcar en un bote salvavidas para demostrarle al público que eran seguros. Fue rescatada al día siguiente por el Carpathia.
Tras la tragedia, Violet siguió trabajando en la White Star Lane, que estaba por estrenar un nuevo barco de la misma categoría que el Titanic: el Britannic. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial tendría otros planes para el crucero.
Por el conflicto, el barco fue reconvertido en buque hospital. Jessop se unió a su tripulación como enfermera, hasta que el 21 de noviembre de 1916 el barco se hundió producto de una explosión.

Nuevamente, Jessop lograría salvar su vida arrojándose del bote salvavidas, que fue succionado por las hélices del barco (que seguían en funcionamiento). Si bien recibió una fuerte contusión al intentar ser rescatada, nada le impidió seguir trabajando en barcos.
Tal es así, que después de un breve período en un banco, continuó trabajando en distintas líneas hasta el año 1950. Su increíble historia le valió el apodo de « Miss inhundible», que llevaría orgullosa hasta su muerte en 1971.
Sin dudas la historia de Violet Jessop es digna de ser contada y recordada por todo el que la lea. ¿La conocías?







