El Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción, también conocido como la Cartuja de Granada, se ubica en las afueras de esa bella ciudad, a unos dos kilómetros del centro, dentro de Andalucía, España.
La extraordinaria Cartuja de Granada

Fue construido entre los siglos XVI y XIX en estilo barroco y albergó a un grupo de monjes de la Orden de los Cartujos, dedicados a una vida de contemplación y oración, hasta el año 1835. De lo comenzado a construir en el año 1516 y que demandara tres siglos en realizarse sólo hay una parte, puesto que en 1842 fueron destruidos el claustro y las celdas y al siguiente año la casa prioral.
Arte y arquitectura
Todo el interior está decorado con magnificencia, destacándose la Sacristía (que es comenzada en 1727 y concluida en 1764) muy ornamentada, al estilo del barroco español (en su cúpula, que pintara Tomás Ferrer en el año 1735, se resaltan las figuras de San Bruno y de otros fundadores de la orden) y el Sagrario (salido de las manos del maestro Francisco Hurtado Izquierdo).
La bella cúpula y los cuadros que narran episodios del antiguo testamento son del pintor Antonio Palomino.
La espléndida entrada, que data del siglo XVI, está realizada en estilo plateresco, con un fuerte frontispicio y un arco de medio punto que permite el acceso; desde allí se pasa al patio y desde él, subiendo por unas escaleras se llega al convento.
Hoy sólo queda en pie, de los dos claustros que poseía, el más pequeño, llamado por ello el Claustrillo, con ligeros arcos sostenidos por columnas dóricas, un verdadero remanso de paz con sus plantas aromáticas y sus naranjos; luego tenemos el Refectorio, donde se servían las comidas, con crucería de estilo gótico y arcos también de medio punto, lo adornan obras de Juan Sánchez Cotán (como la Santa Cena y Los Mártires de Inglaterra); está, además, la llamada Sala de San Pedro y San Pablo o de profundis, donde los monjes hacían penitencia, que posee un retablo pintado por el mismo autor.
Un lugar como pocos
La Capilla de Legos fue levantada entre los años 1517 y 1519 por Fray Alonso de Ledesma que empleó en ella un gótico tardío, la ornamentan las obras pictóricas de Vicente Carducho, al igual que a la Sala Capitular.
La iglesia fue terminada, a comienzos del siglo XVII, por el cantero Cristóbal de Vílchez y tiene una sola nave. Su fachada, realizada en mármol gris y con dos altivas columnas jónicas, la realizó Joaquín Hermoso en 1794. La puerta que sirve para dividir los coros es obra de José Manuel Vázquez, y llama la atención por las incrustaciones de marfil, plata, carey, palosanto y ébano que posee.
Un hermoso paseo que nos dejará atónitos de tanta belleza, arquitectónica y artística, es en sí mismo un museo, en el que las piezas están aún donde deben y no han sido trasladadas, como sucede comúnmente, fuera del entorno en el que fueron concebidas.
¿Qué les parece la Cartuja de Granada? ¿Visitarían este fantástico sitio?







