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La entrada a las Rocallosas.

Publicado 21 Abr 2007 – 10:45 AM EDT | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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La ciudad de Calgary está ubicada en el estado de Alberta, al centro oeste de la inmensa y fría Canadá, no muy lejos de la frontera con los Estados Unidos. A una hora en automóvil de esta accesible ciudad encotramos un pueblo de unos 15 habitantes, muchos de los cuales no viven allí de forma permanente. Es Canmore, un puelo mágico al pie de las rocallosas canadieses.

El pueblo está situado a orillas del río Bow y rodeado por montañas, lo cual le regala un paisaje maravilloso. Es la parada por excelencia para todos aquellos que estan a punto de aventurarse por las Rocallosas Canadienses y eso hace que el flujo de turistas sea bastante constante pero nunca molesto o algo que se le parezca.

¿Y que hay para hacer en este pequeño pueblo? Bueno, digamos que los deportistas entan de parabienes, pues una amplia oferta de actividades al aire libre son el plato fuerte de esta localidad. tenemos cinco pistas de esquí de todos los niveles todas ellas a menos de una hora de distancia. El parque nacional Canmore Nordic Center cuenta un centro de deportes que incluye todos los estilos de esquí y snowbording, así como trinéos y motos de nieve.

Si no es el esquí vuestro deporte preferido teneis a las afueras de Canmore excelentes montañas para escalar sobre roca, y en invierno para practicar escalada en hielo. Ademas, desde Canmore parten constantemente excursiones para subir a los distintos picos que rodea el pueblo.

Para quienes prefieren actividades más tranquilas también Canmore puede ser ideal. La pesca y el golf encuentran ambos lugares perfectos dónde desarrollarse siempre privilegiandonos con paisajes majestuosos. Y si practican el avistamiento de aves, no pueden olvidar que en Octubre, llega anualmente la emigración de águlias y al subir a las monañas, a menudo nos encontraremos con las famosas e imresionantes águilas de cabeza blanca.

También los ríos de la zona nos dan la chance de practicar canotaje o si buscamos algo más de adrenalina podremos hacer raffting por los rápidos.

Pero en el mismo centro de Canmore también hay cosas que hacer. Caminar por la calle principal, ideal para hacer compras e interactuar con los locales es pura diversión. La gente de Canmore es algo más alegre que la media candiese y eso no hace más que transmitirnos una atmósfera de confianza y hospitalidad típico de un antiguo pueblo minero.

En lo que respecta al alojamiento, no tedrán problemas sea cual sea su presupuesto. Para mochileros hay un albergue, para acampantes hay un muy buen campamento, para familias y para quienes buscan mayor comodidad hay excelentes hoteles. La comida es muy buena en todos lados aunque carece de platos típicos.

Todo el año es sumamente disfrutable en Canmore. El verano y la primavera nos regalan paisajes menos blancos y climas menos hostiles. El invierno es mejor para quienes quieren esquiar o practicar deportes de nieve. Siempre es importante respetar las reglas establecidas en los campos de esquí y en las excursiones de escalada o senderismo, los canadienses son inflexibles con las reglas que dentro de todo son bastante amplias y nos dejarán disfrutar correctamente del paisaje y la naturaleza. Si no dominais el ingles debei tener en cuenta la posibilidad de hecerse de n traductor.

Canmore, un pueblo de cálida amabilidad y fríos e impresionantes paisajes os regala unas buenas vacaciones para aquellos que quereis seguridad, paz y mucha aventura en la naturaleza.

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