La curiosa historia del día en que Rusia se quedó sin vodka

Si hablamos de tradiciones rusas, beber vodka hasta perder el conocimiento puede considerarse un pasatiempo nacional. El destilado forma parte del ADN del país y ha estado ligado a los momentos más importantes de la historia.

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Por ejemplo, durante los momentos más adversos de la Segunda Guerra Mundial, la bebida fue fundamental para mantener las tropas animadas y evitar que se congelen en el frente. Incluso durante los días más críticos, todas las raciones incluían un poco de vodka.

Sin embargo, el curso de la guerra cambió...

«El día que Rusia se quedó sin vodka»

Imagen Wikimedia Commons

Para Mayo de 1945, los rusos estaban en Berlín acabando con lo que quedaba de la Alemania Nazi. Finalmente, en la madrugada del día 9 llegaron los primeros reportes de la capitulación germana.

Inmediatamente las calles se colmaron de gente que, en sus pijamas, salió a celebrar la victoria final sobre el nazismo. Un mar de vodka inundó los bares y el pueblo ruso, en estado de éxtasis, celebró hasta la madrugada.

Imagen Wikimedia Commons

22 horas más tarde, cuando Joseph Stalin hacía el anuncio oficial, las calles de las ciudades más importantes estaban desiertas en lo que, probablemente, fue la resaca colectiva más grande de la historia.

Fue semejante la euforia de los festejos que, durante los días consecutivos, era  imposible conseguir vodka en todo el territorio. Sí, los rusos festejaron tan fuerte que agotaron todas las reservas de alcohol que había en el territorio.

Tal es así, que si bien el 8 de mayo se celebra el « Día de la Victoria», el 9 tranquilamente se podría celebrar el «Día de la Resaca» en honor a la borrachera más grande de la historia.