La crisis humanitaria en primera persona: esta es la historia de María Cholil

Sudán del Sur declaró que la hambruna había terminado. No obstante, todavía queda mucho por trabajar: 20 millones de personas siguen en riesgo en todo el mundo. 

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Celebremos los logros y sigamos trabajando: esa es mi propuesta. Y para entender la magnitud del problema, María cholil contó su historia.

¿Quién es María Cholil?

Sudán del Sur padece una crisis humanitaria no solo porque es un país pobre, sino porque las guerras lo han destruido todo; porque queda poco en pie y porque la ayuda humanitaria no llega allí por problemas de seguridad —pero, poco a poco, eso ha cambiado—.

Su pueblo había sido incendiado. Su casa había sido destruida. Y cuando María Cholil buscaba alimento y refugio, su hija de 3 años murió.

«Toda nuestra familia está dispersa por los combates», explicó Cholil y, además, contó que su hija murió y que la enterró debajo de un arbusto, en su caminata para encontrar refugio.

Sin familia, sin hogar y sin comida: es muy difícil sobrevivir y seguir adelante. Pero la historia de María Cholil no es la única.

Guerra y hambre

Imagen Getty Images

«No hay comida. Todo el mundo tiene hambre. No nos queda nada», dijo Nadia Mayigu una docente de Sudán del Sur. Y la carencia de alimentos radica en la destrucción y en la guerra. Entre tanto odio y muertes, a los ciudadanos de Sudán del Sur les resulta muy difícil ejercer su rutina diaria —incluso, les resulta muy difícil sobrevivir—.

La hambruna, a diferencia de otros países de África, no se genera por catástrofes naturales. Es producto del hombre y de los enfrentamientos.

7.5 millones de personas —es decir, más de la mitad de su población— necesitan, de manera urgente, alimentos. La ONU y diversas organizaciones están haciendo lo posible para revertir la situación —y lo están logrando—.

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Conocer las historias nos permiten concientizar y actuar. Sudán del Sur declaró que sus ciudadanos ya no tenían hambruna, pero todavía hay millones de personas con problemas para alimentarse. Sigamos ayudando, juntos lograremos que se acabe el hambre en Sudán del Sur y que, a su vez, se termine la guerra.