La Comala de Juan Rulfo sí existe ¡Y además es Pueblo Mágico!

El 16 de mayo de 1918 nació uno de los más aclamados escritores mexicanos: Juan Rulfo. Entre sus obras más distinguidas se encuentra Pedro Páramo. Esta novela, publicada en 1955, cuenta la historia de un hombre llamado Juan Preciado, que tras la muerte de su madre viaja a Comala para reclamar a su padre, Pedro Páramo, todo aquello que nunca les dio a él y a su madre.

De acuerdo con la descripción que Rulfo realiza en su obra, Comala se localiza a un día de camino de Sayula y cerca de las montañas de Tapalpa. Se trata de un pueblo abandonado, de adobes podridos, casas vacías, puertas despostilladas e invadidas de hierba. Un paisaje agreste, caluroso hasta el punto de sofocar (como si estuvieras sobre brasas ardientes) y un tanto deprimente.

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No obstante, el poblado que Juan Rulfo recrea en su novela no se parece al Comala real. Según palabras del escritor, utilizó este nombre porque le hacía pensar en una llanura ardiente, similar a un comal mexicano, pero no se apega a las características reales del poblado.

El verdadero Comala está ubicado en Colima y, si bien su nombre significa " lugar de comales", su clima no es tan sofocante ni ardiente como el de la historia. Lejos de ser un pueblo fantasmal, se trata de un lugar alegre, rodeado de arroyos y arboladas que lo llenan de vida.

Su plaza principal es tan hermosa y resplandeciente, que no por nada es llamado "El pueblo blanco de América". Dar un paseo por sus calles empedradas y bordeadas de bugambilias es una experiencia sumamente relajante. La hermosura de Comala y la calidez de su gente lo convirtieron en un Pueblo Mágico en el 2002.

Si bien no existe un rancho llamado La Media Luna (que es donde vive Juan Rulfo), sí es posible encontrar un cerro con ese nombre, el cual se localiza al poniente del Volcán de Fuego, declarado parque nacional.

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Algunos afirman que Juan Rulfo nunca conoció Comala, otros dicen que vivió algunos años de su adolescencia ahí. La versión más creíble es que, como buen escritor, Rulfo mezcló fragmentos de la realidad con la fantasía, combinó características de diferentes poblados de Jalisco y Colima para crear uno de los lugares más emblemáticos de la literatura mexicana: Comala.