La ciudad balnearia de Biarritz

La hermosa ciudad balnearia de Biarritz se encuentra ubicada al suroeste de Francia, en el Distrito de Bayonne, sobre el Mar Cantábrico. Ocupa una superficie de casi 12 kilómetros cuadrados y su altitud máxima es de 85 metros sobre el nivel del mar. A sólo veinte kilómetros se halla la frontera con España y a cuarenta la ciudad de San Sebastián, para la construcción de la cual fue tomada como modelo; ambas forman parte de la Costa Vasca, o Euskal Kostaldea ( Côte Basque en francés) que se extiende entre la ciudad de Bilbao (en la península ibérica) y Biarritz, ya en territorio francés.

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El antiguo puerto ballenero

En sus comienzos, durante la Edad Media, fue un puerto ballenero llamado Beariz, que estaba defendido por el Castillo de Belay o Ferragus y lo formaban dos barriadas, la del puerto (hoy Port-Vieux) y la de la Iglesia de Saint Martin (erigida en el siglo XII). Más tarde los médicos comenzaron a recomendar los baños de mar (talasoterapia) en sus aguas puesto que se afirmaba que tenían propiedades benéficas para la salud.

Durante la segunda mitad del siglo XIX la esposa del emperador Napoleón III hizo levantar allí un palacio para pasar los veranos en familia (hoy en día ha sido transformado en el Hotel del Palacio) y a comienzos del siglo XX Biarritz se encontraba inaugurando su esplendoroso Casino (en la actualidad hay dos, el Barrière y el Bellevue, frente a Playa Grande); todo lo cual da muestras de una evolución más que favorable.

Acantilados y playas

Biarritz tiene una ubicación privilegiada puesto que fue levantada sobre una serie de colinas bajas y su costa se abre sobre playas y calas de excepcional belleza, como Playa Grande, la Costa de los Vascos y el Puerto de los Pescadores. El Cabo Saint-Martin, donde se alza majestuoso el Faro de Biarritz, marca el límite entre los dos tipos de costas, las arenosas del norte (que comienzan en la Gironda y terminan en Anglet y las acantiladas del sur.

Varios son los divertidos paseos para realizar, se puede ir al Museo de la Mar (que tiene veinticuatro acuarios y hasta ballenas y tiburones), al Museo del Chocolate (que es una verdadera exquisitez) y al Museo Asiático (que exhibe piezas artísticas de esa parte del mundo); pueden visitarse algunas iglesias aparte de la de San Martín, como la Capilla Imperial que hiciera construir Eugenia de Montijo y la más moderna Iglesia Ortodoxa Rusa con su bella cúpula azul. En Biarritz, encontraremos playas de aguas tranquilas y otras con grandes olas para practicar surf, hermosos paisajes, modernidad mezclada con el encanto de lo antiguo y, por sobre todo, cordialidad, la de un pueblo que lleva siglos recibiendo visitantes que aman regresar año tras año a su bella ciudad balnearia.

¿Qué les parece Biarritz? ¿Han visitado alguna vez este sitio?