Nacen indefensos y su única manera de comunicarse es a través del llanto, los bebés no saben decirnos qué les pasa hasta que pasan el año o año y medio de edad pero tienen una forma más efectiva de llamar la atención.
La ciencia responde: ¿Por qué nos resulta casi imposible ignorar el llanto de un bebé?

Es imposible ignorar el llanto de un bebé y no es porque sea molestos sino que nuestro cuerpo está diseñado para prestarle atención, específicamente nuestro cerebro, ya que no solo los padres presentan cambios al escuchar a su pequeño sino que también el resto de las personas.
Hoy te contamos las razones biológicas y evolutivas detrás la imposibilidad de hacer oídos sordos al llanto del bebé.
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¿Por qué no podemos ignorar el llanto de un bebé?

Seres tan pequeños logran sacar sonidos bastante impresionantes para su tamaño, el llanto es la herramienta de comunicación de los bebés incluso sin derramar lagrimas, ya que estas solo aparecen a partir del tercer mes de vida.
El llanto es la vocalización más primitiva del ser humano y está presente en personas y animales, cuando un bebé llora se activan sectores específicos del cerebro humano relacionados con la empatía, amor y cambios hormonales que nos provocan querer atenderlos por más que no sepamos qué les pasa, ello según una investigación realizada por la Universidad de Oxford.
Específicamente las zonas del cerebro activadas por el llanto del bebé son la ínsula, amígdala y el circuito de papez, todas ellas encargadas de las emociones y percepciones sensorial de ellas interpretándolas y instintos en percepciones y acciones automáticas, como es el preocuparnos del pequeño y averiguar qué le ocurre.
¿Qué cambios hormonales provoca el llanto del bebé?

Las hormonas dictan bastante nuestro comportamiento y, al llorar el bebé aumentan los niveles de oxitocina también conocida como hormona del amor, en las mujeres, lo las lleva a preocuparse e ir al auxilio del niño.
En los hombres la oxitocina también se eleva pero además bajan los niveles de testosterona, un hallazgo interesante. Tanto en varones como mujeres estos cambios hormonales amplifican las respuestas del cerebro, esto según una investigación realizada por científicos japoneses.
En el caso del pequeño la oxitocina baja en cantidad cuando lloran ya que están angustiados y el solo hecho de ser abrazados y consolados hacen que los niveles vuelvan a subir y se pueda calmar, incluso este contacto puede reducir el dolor que estén sintiendo.
Estamos programados por la naturaleza para reaccionar al llanto de un bebé y si bien el de los humanos tiene una frecuencia específica, puede pasarnos lo mismo con lo de animales y viceversa, lo que significa que se trata de una reacción primitiva que se mantuvo durante los procesos de evolución.
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