La ciencia detrás de Ant-Man: ¿Cómo funciona este pequeño gran superhéroe?

Próximamente Marvel introducirá en la gran pantalla un nuevo superhéroe, que pasará a formar parte del mismo universo poblado por otros ya conocidos como Iron Man, Capitán América, Thor y Hulk.

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Ant-Man: el hombre hormiga, es un superhéroe que al calzarse su traje especial adquiere la capacidad de reducir su tamaño al de un insecto, pero al mismo tiempo incrementar sus fuerzas. «Es como una bala», tal como anuncian en el tráiler de la película.

De acuerdo a los cómics de Marvel, Ant-Man es el alter ego del científico Hank Pym, un brillante biofísico que descubre unas partículas que le permiten alterar su tamaño, y tras esto comienza a resolver crímenes, eventualmente convirtiéndose en uno de los miembros fundadores de los Avengers.

En la película, Hank Pym ( Michael Douglas) ya está retirado, pero busca su sucesor en Scott Lang ( Paul Rudd), enseñándole los secretos del traje y la tecnología que hacen posible a Ant-Man.
Al igual que Iron Man, es un héroe cuyos superpoderes provienen exclusivamente de la tecnología y la ciencia. ¿Pero son realistas y explicables estos postulados científicos?

En el sitio Nerdist consultaron al especialista en física cuántica Spiros Michalakis, que ha trabajado como consultor en varias películas, ayudando a retratar la física cuántica de manera apropiada, incluyendo Ant-Man.

La fuerza de Ant-Man

Si asumimos la hipótesis de las partículas de Pym como cierta, es decir, partimos de la existencia de partículas que permiten alterar el tamaño de un organismo, éstas son algunas de las implicaciones que tendrían para Ant-Man.

En primer lugar, el físico habló sobre los evidentes beneficios que tiene reducir el tamaño de uno manteniendo la masa propia.

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En términos generales, la fuerza de nuestros músculos es un factor que proviene del área transversal que ocupan esos músculos. Si se juntan muchas bandas elásticas, estas resultan mucho más difíciles de estirar que una sola banda elástica. Eso se debe a que en la misma área transversal, se suman las fuerzas de todas las bandas.

Esto quiere decir que nuestras fuerzas dependen del cuadrado de nuestra altura. Debido a esta relación es que somos objetivamente más fuertes que una hormiga, pero no si lo evaluamos en términos relativos.

Imagen Walt Disney Pictures

La superfuerza de Ant-Man proviene del hecho de que el volumen de un organismo depende del cubo de su altura, lo que quiere decir que si un organismo reduce su tamaño, su fuerza se reduce a una escala mucho menor que su volumen corporal. Extrapolando estos datos, se puede explicar por qué una hormiga es capaz de levantar objetos que pesan varias veces su propia masa. Si Ant-Man se puede encoger pero sin alterar su masa, entonces tenemos un superhéroe de peso normal que puede aplicar una fuerza varias veces mayor al peso normal de una persona.

Algunos problemas

El principal problema de la reducción de tamaño de Ant-Man sería la densidad. 

Definida como la relación entre masa y volumen, la densidad de Ant-Man sería suficiente como para hundirse en la tierra cada vez que se encoge, y similar al de una estrella enana blanca.

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Otro inconveniente sería para respirar. Al encogerse súbitamente como lo hace Ant-Man, respirar sería tan difícil como lo es en lo alto de las montañas. La cantidad de aire permanece igual, pero el volumen se vería drásticamente incrementado en relación con el encogido. Y si tienes el tamaño de Ant-Man, sería prácticamente imposible para ti inhalar los miles de millones de átomos de oxígeno que se necesitan para sostener tu metabolismo de persona de tamaño normal.

Imagen Walt Disney Pictures

De todas maneras, el físico consultor de la película se guardó algunos secretos que el traje de Ant-Man tiene para solucionar estos inconvenientes, y para eso, tendremos que esperar que Ant-Man llegue a los cines, a partir del próximo 16 de julio.