¿Qué mejor que disfrutar de un día caluroso en el jacuzzi, tomando una margarita? Bueno, este oso californiano piensa exactamente igual que nosotros y no dudó en colarse en el patio de una familia de California, Estados Unidos, no solo para disfrutar del agua, sino para robarle el trago al dueño de la casa.
La buena vida: este oso californiano se cuela en un sauna y toma una margarita


Pues sí, Mark Hough es el nombre de la «víctima» de este osado intruso quien le arruinó el plan del fin de semana. Tras haberle dado un sorbo a su margarita, el hombre escuchó ruidos entre las hojas y cuando abrió bien los ojos, notó que se trataba de un oso.
Tú te resguardas, yo disfruto
Tras el avistamiento, Mark no dudó en resguardarse en casa, algo que aprovechó el oso para hacer de las suyas. Primero, se coló en su jacuzzi, que si bien no tenía el agua caliente, sí que tenía las salidas de agua funcionando.
Como si se tratara de una persona más, el oso jugó con recipiente de cloro y con un termómetro que terminó lanzando al aire. ¿Será que no le gustó la temperatura del agua?
Pasándola bien
«Estaba jugando y pasando un buen rato», dijo Mark a los medios de comunicación. Para que nadie pudiera negarlo, grabó un video del oso que pronto se viralizó.
Y cuando el hombre pensó que la visita había finalizado, volvió a avistar al oso, esta vez fuera del jacuzzi. El animal descaradamente le robó su trago: «Salió de entre los arbustos, lo tiró y la lamió», comentó a la prensa.
Hora de dormir
Pero la cosa no acaba allí. El oso aparentemente desapareció por unos minutos, lo que aprovechó Mark para contarle a su vecino lo que había pasado. Mientras lo hacía, escuchó nuevamente un ruido y al mirar con cuidado, volvió a encontrarse con el oso que se acostaba debajo de un árbol. ¿Puedes culparlo? Después de un día de piscina y alcohol, ¡todos queremos dormir!
Cuando por fin el oso se fue, Mark se preparó dos margaritas para disfrutar las que el oso no le permitió. Los oficiales de la policía de Los Ángeles aseguran que este tipo de situaciones son normales (bueno, no el robo del trago) y que en las últimas semanas han recibido muchas llamadas avisando el avistamiento de osos.
Aunque no lograron atrapar al descarado que se metió en el patio de Mark, el hombre quedó con una experiencia para recordar: «Fue un viernes interesante», dijo.
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