Sobre la costa atlántica de Portugal, ubicado al oeste de Europa, posee joyas invaluables que el turismo de todo el mundo quiere visitar. Entre ellas se encuentra la bellísima ciudad de Oporto, situada en la ribera derecha del Río Duero. Es la segunda en importancia dentro del país luego de Lisboa, que es la capital.
La bellísima ciudad de Oporto

Decenas de lugares para visitar
Oporto es una ciudad con mucha historia pero también moderna, su sistema de transporte subterráneo permite recorrerla por completo, incluso hasta los barrios de la periferia. El Funicular dos Guindais conecta de forma rápida la zona alta del Batalha con la Avenida Eiffel en la ribera y cuenta, además, con modernas carreteras que la unen con el resto de Europa y con un gran aeropuerto internacional al que arriban millones de personas cada año.
En ella se pueden visitar la bella Seo o Catedral, la Iglesia de Sao Francisco, la Casa de la Música, el Centro Histórico, la Quinta da Maceirinha donde está el Museo Romántico, el Palacio de la Bolsa, el Café Majestic, la Librería Lello, la Torre de los Clérigos con sus 76 metros de altura y su sonoro carrillón (del siglo XVIII), el Palacio de Cristal y sus incomparables jardines o la Fundación Serralves, el museo que más visitas recibe en Portugal.
También podemos acceder a las renombradas bodegas de la ribera izquierda y degustar el famoso Vinho do Porto u Oporto, simplemente. Dos platos típicos que no debemos dejar de degustar en la espectacular ciudad son las Tripas à moda do Porto y el Bacalao a la Cómez de Sá, acompañados, por supuesto, por su exquisito vino. La vida comercial se centra en la Rua de Santa Catarina.
Los puentes a través del tiempo
En tiempos en que los griegos fundaban colonias por todo el Mediterráneo hubo un primer asentamiento en la zona que recibió el nombre de Cale. Con el correr de los siglos se levantó un castillo en la colina de Pena Ventosa al que se le llamó Cale Castrum Novum o castillo nuevo de Cale, en la base de la colina estaba el Portus Cale o puerto de Cale ( Ribeira en la actualidad); de allí nació el nombre del país. Otro castillo se erigió en lo que es hoy Vila Nova de Gaia y ambos son los que figuran en el escudo de armas de Oporto.
Presentes en la mayoría de las postales turísticas son conocidos sus puentes en el mundo entero. El Ponte das Barcas fue el primero en construirse sobre el Río Duero, el original se inauguró en el año 1806. El Ponte Pênsil, fue abierto en 1843 y se cobraba por atravesarlo, aun están en pie los pilares y la caseta de peaje del lado de Oporto; el Ponte Luiz I lo reemplazó.
El Ponte Maria Pia levantado entre 1876 y 1877 es el primer puente ferroviario que unió ambas orillas; cuando quedó obsoleto se lo reemplazó por el Ponte Sao Joao, abierto en 1991. Están también el Ponte da Arrábida, de 1963, el Ponte do Infante y el Ponte do Freixo.
Todo en Oporto contrasta y a la vez se aúna para brindar calidez: el perfume de las vides y de los dulces; los sonidos de las campanas y el chillido de las gaviotas; las piedras de las calles y los azulejos de las paredes; días bellamente soleados o melancólicamente lluviosos; la placidez llana del río y las ascendentes callejuelas que llevan a lo alto de las colinas. Nadie puede resistirse a tanta belleza.
¿ Oporto les parece un buen lugar para visitar? ¿Han recorrido alguna vez Portugal?







