La atípica historia de la familia que habita una isla remota descubierta por accidente

Hace más de cuatro siglos, un marinero holandés descubrió una isla remota en la costa oeste australiana. Dirk Hartog se dirigía a las Indias Orientales Neerlandesas (lo que ahora es Indonesia) en 1616, pero a causa de viraje imprevisto llegó al puerto natural de lo que ahora se conoce como Turtle Bay, frente a una playa donde anualmente anidan unas 3 mil tortugas.

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Hoy en día, la isla lleva el nombre de su descubridor y pocas personas conocen de su existencia...

Un hogar por accidente

La familia Wardles es la única que habita la isla Dirk Hartog y su trabajo es operar la única barcaza que transporta a los visitantes a esta remota y curiosa parte del planeta.

Kieran y Tory Wardle no imaginaban vivir en esta isla a mitad de camino de la costa oeste australiana, pero el destino decidió convertirla en su hogar.

Kieran llegó en 1993 para suplantar a un trabajador enfermo en la estación de ovejas que era de su abuelo ─que había comprado la isla en 1969─. Tory llegó de Melbourne para trabajar como cocinera de la propiedad. Los adolescentes se enamoraron, construyeron una casa a partir de piedra caliza, tuvieron tres hijos y nunca más regresaron a sus anteriores hogares.

Hoy, se despiertan día a día rodeados de animales y aguas cristalinas y dirigen todo el turismo de la isla de 80 kilómetros de largo. Sus hijos han permanecido toda su vida en la isla y aman la playa.

Sin duda, la vida que tienen en la isla es muy peculiar, pero han aprendido a llevar un buen estilo de vida. Cuentan con paneles solares que generan energía, un molino de viento que bombea agua y tienen semanalmente suministros de frutas, verduras y carne.

Estar en el medio de la nada posee sus ventajas, como la posibilidad de vivir en contacto con la naturaleza y sin atascos de tráfico. Pero también es un desafío. Según la familia, se necesita mucho dinero para realizar cualquier reparo, por lo que tratan de hacer todo ellos mismos.

La pareja ha convertido el viejo esquilador en una casa ecológica de seis habitaciones, que tiene como paisaje un océano de abundantes ballenas y exóticas tortugas marinas. La barcaza (llamada Hartog Explorer) es utilizada para transportar vehículos con tracción y remolques, ya que la mayoría de las exploraciones se realizan en automóvil. Todo esto influye para que la experiencia que ofrecen los Wardle en su cabaña ecológica sea reelegida por el 80 % de los visitantes.