La Abadía de Sénanque, un lugar perfecto de Francia

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La Abadía de Sénanque, cuyo nombre completo es Abadía de Nuestra Señora de Sénanque, es una de las tantas abadías cistercienses de esta parte de Francia, en este caso junto con la de Thoronet y la de Silvacane conforman las denominadas “Hermanas provenzales”.

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Está ubicada cerca de la ciudad de Gordes y a cuarenta kilómetros de Aviñón, dentro del Departamento de Vaucluse, en la región de Provenza. Arribando por el lado norte se tiene una vista panorámica de los cultivares y de la abadía.

La belleza de la sencillez

Fue fundada en el año 1148 por monjes que provenían de otra abadía situada en Ardèche; treinta años más tarde se la consagra, alcanzando un gran auge que se vislumbraba en sus cuatro molinos, siete granjas y las vastas tierras que administraba, pero a mediados del siglo XVI es destruida debido a las llamadas “Guerras de Religión”.

A comienzos de la segunda mitad del siglo XIX adquieren la abadía los monjes de la Inmaculada Concepción, también cistercienses pero con reglas menos severas.

La iglesia (construida en piedra gris) es austera pero bella en su sencillez, aunque no es sólo su arquitectura lo que la hizo famosa en el mundo entero sino los exuberantes campos de lavanda que la rodean, un lugar extraordinario donde la paz y la tranquilidad hacen que la vida se contemple de otra manera.

En verano toda la región se alfombra de color lila y las verdes colinas le dan el marco perfecto a ese imponente cuadro pintado por la naturaleza.

Se cultivan también, pero en menor cantidad, otras hierbas aromáticas utilizadas en la elaboración de exquisitos platos y hasta se elabora un sabroso pan artesanal con especias que es una delicia.

Visitantes de todo el mundo

Para visitarla se realizan recorridos con guía y hasta se ofrecen estadías de una semana en ella para efectuar retiros espirituales en los que se comparten las comidas con los monjes (diez en la actualidad) en medio de un total silencio.

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Es célebre también su biblioteca, que cuenta con innumerables ejemplares de todas las épocas que sirven para el estudio de historiadores e investigadores científicos, así como para el deleite de ávidos lectores que llegan del mundo entero.

Los oficios religiosos se llevan a cabo en la capilla del monasterio, situada detrás de la biblioteca.

La vida de los clérigos está dedicada por completo a la celebración de las misas, al estudio bíblico y al trabajo; y, además, siete veces al día la comunidad se reúne para orar.

Cerca de todo pero alejada del mundo esta hermosa abadía nos ofrece una paz tangible, que serena los espíritus y los corazones.

Un descanso del que regresaremos completamente renovados.

¿Sabían acerca de la  Abadía de Sénanque? ¿Visitarían este sitio de Francia?