Kuranda es el nombre de un pequeño pueblo, de no más de un kilómetro de largo por otro tanto de ancho, en el lejano norte de Queensland, junto al Parque Nacional Barron Gorge, a 25 kilómetros de la ciudad de Cairns, en Australia.
Kuranda, un pequeño pueblo de Queensland

Es una de las salidas de un día más populares en la región; Kuranda se llena de visitantes que quieren hacer el recorrido que su cómodo tren turístico brinda, para conocer las bellezas paisajísticas naturales del hermoso entorno que posee.El paseo en ferrocarril lleva una hora y media y hay dos servicios diarios en cada dirección.
Por tierra o por aire
También podemos observar las instalaciones del parque desde el aire, ubicados en un cómodo cable carril, o skyrail, que cruza el bosque húmedo; parte de una estación base que está ubicada quince kilómetros al norte de Cairns, a medio camino hacia Kuranda, llegar hasta ella sólo demanda una hora en bus.
Todos los servicios de transporte están conectados en algún punto entre sí, por ello es que se puede elegir un medio para ir y otro para volver, pero lógicamente el valor del boleto es menor por viaje redondo.
Desde Kuranda hay buses de cortesía que parten cada veinte minutos hacia el norte o hacia el sur para que conozcamos los alrededores, pero son muchas las personas que gustan de hacer el trayecto a pie, de esta forma podremos visitar el Birdworld (mundo de los pájaros), que tiene conexión con el Santuario de Mariposas y el Jardín de los Koalas, en el que hay también canguros, wombats, cocodrilos, serpientes y lagartijas; allí todos hacen cola para sostener un pequeño koala en sus brazos y fotografiarse con él.
Abejas y animales salvajes
A cinco minutos de Kuranda comienza el Parque Natural de los Bosques Húmedos, el mismo puede ser recorrido en vehículos terrestres o anfibios que fueron utilizados durante la Segunda Guerra Mundial.
En Barron Gorge, a tres kilómetros del poblado, nos atrae una sorprendente cascada que pasa de ser apenas un hilo de agua en la estación seca a transformarse en un torrente cuando comienza la época de lluvias.
Otro lugar al que nos agradará ir es la Casa de la Miel, que funciona desde 1959 en Kuranda, y ofrece a los turistas la oportunidad de ver a las abejas trabajando y degustar las veinte variedades diferentes de miel que fabrican.
Algo muy divertido es el Safari Fotográfico de la Vida Salvaje, a diez minutos al oeste del pueblo, en él conoceremos leones, tigres, osos, hipopótamos y monos babuinos, una verdadera y fascinante experiencia.
Una villa a escasos trescientos metros sobre el nivel del mar, que basó su antigua economía en las plantaciones de café y la tala de árboles, ve en la actualidad como miles de visitantes se acercan para conocer esa bella y exuberante naturaleza que la rodea, pero sin perder su idiosincrasia que la volvió tan popular.
¿Qué les parece Kuranda? ¿Cuál creen que es su característica más bella?







