Ishikawa Goemon, el ladrón japonés estilo Robin Hood que murió hervido a fuego lento

De todo el mundo es conocida la leyenda de Robin Hood, un noble ladrón de ricos que reparte su botín entre los más desfavorecidos mientras lucha contra el despótico Juan «Sin Tierra», que se ha hecho con el poder ante la ausencia del verdadero rey, Ricardo «Corazón de León», embarcado en las Cruzadas tratando de recuperar tierra santa. Sin embargo, una historia similar ambienta las andanzas de Ishikawa Goemon, un célebre amigo de lo ajeno japonés que puso patas arriba la vida de los más nobles del imperio nipón durante buena parte de la segunda mitad del siglos XVI, y cuyo truculento final, cocido vivo en una olla, pone los pelos de punta.

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¿Quién era Ishikawa Goemon?

No está clara la verdadera procedencia de Ishikawa Goemon, aunque hay diversas teorías. Lo que sí es evidente, es que fue un ladrón de guante blanco que robó a todos los ricos de la zona de Kyoto, que por aquel entonces, era la capital de Japón.

  • Por un lado, encontramos una leyenda que habla de Ishikawa Goemon como un «Robin Hood japonés», robando a los adinerados para repartirlo entre los pobres.
  • Otra teoría sitúa a Goemon como un ninja que, tras la unificación de Japón, y ante la inexistencia de guerras, se ve obligado a convertirse en ladrón para sobrevivir.
  • La que probablemente sea cierta es la que le sitúa como hijo de una familia samurái que cae en desgracia por asuntos sucios y se ve obligado a convertirse en ladrón.

Sea como fuere, lo cierto es que Ishikawa Goemon era un ladrón de ricos cuya vida se ha transformado en leyenda, llegando hasta nuestros días casi como un símbolo en Japón. De hecho, su vida ha sido llevada al cine, a las series de anime y películas manga, y a los videojuegos nipones.

La muerte de Ishikawa Goemon

Imagen Wikimedia Commons

Cuenta la leyenda que Ishikawa Goemon fue atrapado cuando trataba de robar al mismísimo Toyotomi Hideyoshi, el hombre más poderoso de Japón y amo del nuevo imperio unificado. Sin embargo, es difícil que este ladrón entrase en su propio palacio, una hazaña arriesgada en exceso.

No obstante, es cierto que al robar a adinerados comerciantes y nobles de la época, los enemigos de Goemon eran poderosos, por lo que fue finalmente atrapado y condenado a morir hervido a fuego lento.

Imagen Wikimedia Commons

Un misionero jesuita español que habitaba Japón en la época tratando de evangelizar la zona, Pedro Morejón, cuenta que la ejecución tuvo lugar en Kyoto, entre una asistencia de público descomunal, que llegó desde tierras lejanas para ver el espectáculo. Fue cocido a fuego lento en aceite de oliva o de soja, según escribió, y junto a él, también murieron de la misma forma el hijo de Ishikawa Goemon, y a diferentes familiares y colaboradores.

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Es difícil distinguir ya la leyenda de la historia en cuanto a lo que rodea a la vida de Ishikawa Goemon, pero sin duda, este hombre vivió una existencia apasionante que ha perdurado hasta nuestros días.