En tiempos donde tratamos de destacar lo positivo de la gente y promocionar la felicidad por sobre otras cualidades, se piensa que aquellas personas pesimistas y enojonas están destinadas al fracaso.
Investigación científica sugiere que las personas malhumoradas y gruñonas son más creativas y efectivas


No tener buen carácter puede ser una cualidad positiva, al menos en términos de éxito, eso afirma una investigación realizada en Holanda que demostró que las persona malhumoradas son más creativas y efectivas a la hora de lograr sus metas.
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Las ventajas de ser personas malhumoradas según la ciencia

Miran todo en negro, no celebran las cosas pequeñas y parece que sacarles una sonrisa es misión imposible. El mal humor tiende a ser caracterizado como negativo, pero según la ciencia no lo es tanto.
En Holanda, un equipo de investigación psiológica realizó un experimento para saber qué ventajas o desventajas tenían las personas gruñonas y para ello trabajaron con un grupo de estudiantes voluntarios: a la mitad se le pidió pensar en algo que le enfurezca y escribir sobre ello, mientras que al resto se le hizo sentir tristeza.
Ambos grupos se enfrentaron luego en un ejercicio donde debían demostrar su creatividad con ideas para mejorar el departamento de psicología de la universidad, los que estaban de mal humor fueron mucho más originales que el resto y sus propuestas eran innovadoras, mientras que sus compañeros tendían a repetirse.
El equipo a cargo de este estudio creen que la sensación de enojo o simplemente ser malhumorado estimula el pensamiento no estructurado saliendo de lo ya existente para dar con ideas nuevas, ya que ese mal carácter sería un importante combustible para explotar la creatividad.
Personas geniales, personas gruñonas
Si analizamos la personalidad de las grandes figuras de la ciencia y los invetos de la historia, nos encontraremos con personas que no destacan por su buen humor, es más: la mayoría eran gruñones.
Famosos eran los ataques de ira de Beethoven, Einstein, Tesla y otros creativos más modernos como Elon Musk y Steve Jobs y esos momentos de enojo intenso y malhumor les servían como una catarsis para liberar sus pensamientos e ideas, un concepto que Sigmund Freud exploró durante sus estudios del comportamiento humano.
Eso sí, un malhumorado eficiente y exitoso es aquel que deja salir su ira en vez de tragársela, de lo contrario no aprovechan los beneficios e incluso son propensos a sufrir de problemas cardíacos y vivir menos.
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