En cada país y en cada cultura hay tradiciones diferentes en lo que respecta al matrimonio. En el caso de China, las mujeres mantienen su apellido y sin embargo esta tradición no es un símbolo de la igualdad en el matrimonio sino un reflejo de la sociedad patriarcal del país.
¿Igualdad en el matrimonio?: la tradición patriarcal familiar de China

¿Solo costumbre?

En países como Japón, y en base a una ley del siglo XIX confirmada el año pasado por la Corte Suprema del país, todas las parejas casadas deben usar el mismo apellido. Y la costumbre, en un 96% de las parejas, es que la mujer tome el apellido de su esposo.
Incluso en Estados Unidos, y a pesar de un creciente feminismo y una lucha por hacer defender sus derechos, el 80% de las mujeres acostumbran a tomar el apellido del esposo.
La realidad china

Tanto en China como en otras sociedades asiáticas como Corea y Vietnam, formadas bajos los valores confucianos, las mujeres tradicionalmente mantienen su apellido luego del matrimonio.
Sin embargo, no se trata de una expresión de igualdad en el matrimonio, sino que es reflejo de los poderosos valores patriarcales de la sociedad y una forma de que la mujer casada continúe siendo identificada por el linaje de su padre.
Incluso una niña puede no tener un nombre formal, solo un sobrenombre dado por sus padres, además del apellido de su padre. Y luego de casarse, su identidad muchas veces desaparece y es conocida por el apellido de su padre y el sufijo «shi» que significa «clan».
Mujeres y esposas como instrusas

Esta práctica hace que las esposas sean intrusos dentro de la familia con la que se casa. Los registros familiares genealógicos solían reflejarlo, enfocándose solo en la línea de descendencia masculina, y omitiendo a mujeres e hijas.
Sin embargo eso cambió con la caída de la última dinastía imperial, la dinastía Qing en 1911 y el surgimiento del gobierno nacionalista, o Kuomintang, en la década de 1920, que intentó instituir un código legal de inspiración occidental.
Bajo la sección del nuevo Código Civil promulgada en 1930, por primera vez, una mujer tenía derecho legal al nombre de su esposo, señalando el fin de su condición de «intrusa». Según la ley, la esposa usa su apellido original, pero el apellido de su familia es el de su esposo. En caso de que las personas involucradas acuerden lo contrario, podían hacerlo.
Buscando una independencia

Con la Guerra civil, la aplicación de la ley fue desigual, hasta que en 1950 se volvió a tomar la causa de las mujeres en las leyes de matrimonio.
Por primera vez, las mujeres tenían el derecho a tener su apellido propio e independiente. Y no solo en cuestiones formales, sino que el poder tener un apellido definitivo aumentó la conciencia de los derechos de las mujeres y protegió sus derechos de propiedad.
¿Qué tan liberador para la mujer?

Muchos se preguntan si el mantener el apellido no hacía solo reforzar la identidad de intrusa de la mujer y su posición social inferior.
Adquirir el apellido de su esposo en ese tipo de tradiciones ayudaría a elevar su estatus, por lo que el hecho de mantener su propio apellido es visto por muchos como un acto discriminatorio y poco igualitario.
La tradición china de los apellidos tienen mucho de la sociedad patriarcal. Ocasionalmente, cuando un hombre tomaba el apellido de la mujer en el matrimonio, la práctica era catalogada como «ruzhui» que significa «entrar en superfluidad» o «volver superfluo».
Esto sucedía cuando una familia necesitaba un heredero masculino para llevar el linaje de la familia. En esos casos el hombre era pobre y entraba en la familia de su esposa.

Esto solo demuestra la visión de la sociedad hacia la mujer y sus derechos. Tradiciones patriarcales que hasta el día de hoy se siguen manifestando. Incluso, se espera que la familia del hombre le dé a la familia de la mujer «un precio por la novia» que puede ser un apartamento y un coche para los novios, lo que es costoso para muchas familias que quieren casar a sus hijos. Y hasta hay un «mercado» en el que los padres llevan a sus hijas para de cierta manera «venderlas» a un candidato para contraer matrimonio.
Cada país y cada cultura tienen su tradición, pero lejos de beneficiarlas, las mujeres en China y seguramente en más sociedades, tienden a verse como medios para poder continuar con el linaje de los hombres. ¿Hasta cuándo?
- Quizás también te interese leer: «Desafiando los estereotipos y fomentando a que haya más mujeres en el rubro de la construcción en Brasil»






