Dentro de la zona europea que podríamos denominar como “no masiva” en términos turísticos, o de menor popularidad con relación a los destinos más impuestos, Hungría brilla con luz propia. Con su capital Budapest como estandarte, es mucho más que eso. Es que se trata de un país con una fuerte identidad cultural y una gran belleza natural.
Hungría, otro atractivo destino europeo

Distintos espacios dedicados a la conservación de la naturaleza resultarán especialmente atractivos para los turistas amantes del contacto con la flora y la fauna, como por ejemplo el Lago Balatón, considerado el lago de agua dulce más grande de Europa. Por otro lado, los amantes del relax y el descanso podrán gozar de los distintos complejos termales existentes en Hungría, conocidos por la calidad de sus aguas provenientes de manantiales naturales.
Más allá de esto, vale la pena detenerse en los atractivos de distintas regiones de Hungría, además de la historia y la arquitectura que nos ofrece Budapest, sin duda una de las capitales más destacadas en el concierto europeo. Una de esas localidades que no podemos dejar de conocer es Dunakanyar.

Naturaleza y pueblos con encanto
Dunakanyar se localiza a cuarenta kilómetros de Budapest, orientándose hacia el norte. Se caracteriza por sus increíbles paisajes, con el río Danubio, suaves colinas y espacios verdes que se combinan a la perfección con el pintoresquismo de pueblos como Esztergom, Szentendre o Visegrád, entre otros.
Una opción excelente para llegar a Dunakanyar y a todos los pueblos de la zona es tomar un inolvidable crucero desde Budapest, el cual nos llevará a esta región a través de las aguas del Danubio, con paradas en los sitios más atractivos. Se aconseja en este caso adquirir los billetes con cierta anticipación, para evitar sorpresas al momento de querer realizar el paseo.

Cascos antiguos e historia pura
Gyôr es otro de los lugares que no podemos dejar de visitar en Hungría. Funcionó como eje de la defensa húngara al momento de las invasiones turcas. Localizada entre Budapest y Viena, en la actualidad es considerada como la tercera ciudad del país, mayormente debido a su desarrollo industrial. Sin dudas, vale la pena recorrer por entero el casco antiguo de la ciudad, que ha sido conservado con gran esmero y ofrece un recorrido peatonal.
Por último, concluimos este breve viaje por la Hungría menos conocida mencionando a Sopron, localidad ubicada en el límite entre Austria y Hungría. La ciudad es un reflejo directo de la influencia bizantina, algo que permitió un fuerte desarrollo comercial y cultural, logrando que Sopron se convierta en un punto de referencia para toda la región. Nuevamente aquí lo más interesante se hallará en el casco viejo de la ciudad, en el que destaca la Torre del Fuego, que integra elementos de arquitecturas tan disímiles como el romano, el normando o el barroco.
En definitiva, Hungría es una excelente oportunidad para conocer Europa desde otro punto de vista. Anímate a descubrir sus paisajes y su cultura.







