Huéscar, al pie de la Sierra de la Encantada

En el sur de España, al noroeste de la Provincia de Granada (siendo la más septentrional de las comarcas granadinas), se encuentra la bellísima ciudad de Huéscar. Está ubicada a orillas del Río Barbata, protegida por la Sierra de la Encantada.

De moros y cristianos

Huéscar  cuenta con varios yacimientos arqueológicos, como el de las pinturas rupestres de Piedra del Letrero y Cueva Carada. En la aldea de Torralba pueden verse vestigios de la época de dominación romana en la zona, así como en la laguna de Fuencaliente y hay numerosas inscripciones en latín en la calle Alhóndiga.

Torre del HomenajeCastilla

Entre sus hermosos edificios se destacan las antiguas casas señoriales que conservan aún en los frentes los escudos nobiliarios de las familias a las que pertenecen o han pertenecido; el Museo José de Huéscar y el templo gótico-renacentista de la Colegiata de Santa María la Mayor, construido en el siglo XVI.

Bellos paisajes y alegres fiestas

En los alrededores podemos visitar la Sierra La Sagra, que es el punto más alto del Altiplano Granadino, con 2.383 metros; en su ladera oeste hay una pista de ascensión entre los bosques de pinos y en la cima pueden verse fósiles marinos que nos hablan de su edad geológica.

En algunas de las otras sierras hay “atalayas”, miradores que nos ofrecen una espectacular vista del valle, que fueron erigidas por los moros y eran parte de su sistema de defensa. Son dignos de visitarse, además, el Parque Rodríguez Penalva, la Torre de la Cantera de Valentín y el Embalse de San Clemente. En el recorrido del Río Guardal pueden apreciarse el Puente de las Ánimas (antiguo Acueducto de Raigada) y el Puente Duda.

Son reconocidas mundialmente las fiestas de sus Santas Patronas, Alodía y Nunilón, para las cuales se realizan desfiles de carrozas con gran despliegue de producción que se entremezclan con romerías y verbenas populares en las que hay degustaciones de comidas tradicionales (mayormente deliciosos embutidos de cerdo, las truchas y la carne de cordero), competencias deportivas y donde las bandas de música  interpretan danzas típicas que todos los concurrentes bailan.

Un valle natural de increíble belleza, enmarcado por hermosas serranías, con dos arroyos que se aúnan para convertirse en río y con una sobresaliente amabilidad para recibir al turismo, allí está la inconfundible Huéscar, aguardándonos. 

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