El Castillo de Santa Catalina es una de las construcciones que podemos visitar
Herencia musulmana en la Ruta de los Nazaríes

No pueden hacerse cuestionamientos sobre la improtancia del legado que los musulmanes le han dejado a España a nivel turístico. Desde luego que esta no fue una época muy agradable para la nación española, pero unos cuantos siglos más tarde de que los conflictos entre moros y cristianos cesaron definitivamente, no resulta nada despreciable recorrer algunas de las cosas que testimoniaron estos enfrentamientos.
¡Y qué mejor manera de hacerlo que no sea a través de una ruta que nos pasee por algunos de los restos sobrevivientes de esta época! Por esto hablaré hoy en NuestroRumbo de la Ruta de los Nazaríes.
Uniendo Jaén con Granada, esta ruta nos hace vivir de cerca las fortificaciones y construcciones que esta fase de la historia española ha legado a las generaciones contemporáneas. Podremos apreciar muchos de los restos de la civilización Al-Andalus tan de cerca que quedaremos tan impresionados como si estuviéramos parados frente a la Alhambra de Granada.
Los legados que la civilización Al-Andalus ha dejado a la deriva no sólo pueden apreciarse en edificaciones y fortificaciones, sino en la vida cotidiana de las personas que habitan el territorio comprendido en la Ruta de los Nazaríes, así como en sus oficios y su gastronomía.
Saliendo del desfiladero de Despeñaperros, podremos atravesar la escabrosa Sierra Morena, visitando localidades como Las Navas de Tolosa o La Carolina, ambas rodeadas de campos y un verde intenso y hermoso.
Un poco más adelante podemos encontrar la localidad de Baños de la Encina, para luego llegar a Bailén, una ciudad con notables influencias heterogéneas. Lo mejor está por venir cuando llegamos a Andújar, donde podremos apreciar vestigios de una muralla de 48 torres que ofició de protección a dicha localidad.
Desde Úbeda llegamos a Porcuna, luego a Torredonjimeno, Martos y Torredelcampo, para luego llegar a Jaén, donde podemos apreciar un paisaje con torreones y atalayas. Aquí es imprescindible conocer el Castillo de Santa Catalina, La Catedral y los Baños Árabes, las tres construcciones aún mostrando la herencia arquitectónica musulmana.
Cuidado con ese sol, pues esta ruta es interesante en el verano, donde podemos apreciar a la perfección todo lo que ésta tiene para ofrecer. Así que un gorro, buenas gafas y la infaltable cámara fotográfica son elementos que se caracterizan por su utilidad en este caso. Otra recomendación, si es posible ojeen algún libro o manual de arquitectura árabe, pues con conocimientos básicos en la materia las cosas siempre se ven con ojos distintos.
VIA | Portal Arjonero







