Noticias falsas, hechos alternativos, hackeos que pueden cambiar el curso de la historia... Parecen argumentos de película, pero en los últimos meses se convirtieron en una realidad que tiene a los hackers rusos como protagonistas.
Hackers rusos engañan a periodistas y políticos para robar sus cuentas y alterar correos

¿Cómo consiguieron los hackers rusos entrar en las vidas de políticos y periodistas? Una reciente investigación reveló que a través de engaños conseguían sus credenciales de Google y que incluso alteraban el contenido de los correos que sus víctimas enviaban y recibían.
El accionar de los hackers rusos para crear caos y desinformación

Engaños, robo de información y manipulación, 3 delitos que suelen estar presentes en la política, pero que el último año cobraron relevancia, no solo por sus resultados, sino que también por cómo lo hicieron.
Un informe del Citizen Lab de la Escuela Munk de Asuntos Públicos de la Universidad de Toronto determinó que los hackers rusos se entrometieron en los correos privados de periodistas y políticos mediante phishing. Para ello apuntaron directamente a 200 personas y, mediante un correo que parecía venir de Google, lograron que estos les entregaran sus credenciales de Gmail, ganando así acceso a sus cuentas.
Los hackers no solo pudieron leer correos clasificados y obtener datos, sino que también alteraron mensajes enviados y recibidos desde estas cuentas para distribuir información falsa que rápidamente se viralizó.
Al modificar correos que, se supone, provenían de fuentes confiables, estos hackers influenciaron a políticos norteamericanos, activistas de la oposición rusa e incluso partidos de gobiernos europeos, en una campaña que tenía como objetivo crear caos mediante la desinformación.
La cuenta de Gmail del periodista político norteamericano David Satter, que cubre temas relacionados con Rusia, estuvo entre las comprometidas, y desde ella salieron correos alterados para incluir información falsa, aprovechando su credibilidad.

Otra víctima fue John Podesta, jefe de campaña de Hillary Clinton. Desde su cuenta de Gmail, robaron datos sensibles sobre sus estrategias y engañaron a sus contactos para crear confusión en el equipo de trabajo de la excandidata a la presidencia de Estados Unidos.
Muchos de estos correos que fueron «filtrados» a Wikileaks correspondían a versiones falsas o muy alteradas de los verdaderos, pero tanto la prensa como la opinión pública no dudaron de su veracidad.
Desde Citizen Lab pudieron unir los cabos y determinar que estos ataques informáticos y cadenas de engaños provenían de grupos hackers afines al gobierno ruso, en una estrategia bastante inteligente, sobre todo si analizamos sus resultados.
En tiempos con exceso de información gracias a Internet y las redes sociales, es muy fácil crear un verdadero estado de caos a través de la desinformación, un peligro que deberemos afrontar a través de la educación, para aprender a cuestionar lo que vemos y no caer en noticias falsas.
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