Griezmann no gritó su gol más importante en el Mundial por una razón que nos hace creer en la amistad

Uruguay cayó derrotado por dos tantos frente a Francia, en el estadio de Nizhni Nóvgorod, en un partido de tensión en mediocampo y errores defensivos que perjudicaron a la selección rioplatense. No obstante, más allá de lo estrictamente futbolístico, hubo un momento que demostró lo hermoso y didáctico que puede llegar a ser este deporte.

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Antoine Griezmann, estrella de Les Bleus, en complicidad con el error de Fernando Muslera, portero del equipo charrúa, anotó el gol que sentenció el encuentro. Un gol de peso que arrebató la esperanzada rebeldía de 3 millones sería motivo de alegría para cualquier delantero: tu selección avanza a semifinales, ¡ve y grítalo con el alma!

Sin embargo, Griezmann se mantuvo en silencio, con respeto e incomodidad. ¿Las razones? Respeto y amistad.

El jugador que milita en el Atlético Madrid abrazó la cultura uruguaya como suya gracias a la íntima relación que construyó con jugadores como Godín y JoseMa Gimenez, así como otros celestes que influyeron en su carrera. Es más, cuando fue consultado sobre por qué no festejó su tanto, respondió: «Yo le tengo mucho cariño a la cultura uruguaya y a los uruguayos. Les tengo mucho respeto, tenía delante a amigos y compañeros. Por respeto no he querido celebrarlo», lo cual se aferra a declaraciones anteriores cuando aseguró: «en mis primeros pasos por el mundo del fútbol siempre tuve un uruguayo que me ayudó, que me enseñó lo bueno y lo malo de este deporte y de la vida. Entonces tengo mucho respeto».

No olvidar tus raíces ni subestimar el valor de la amistad ante la efímera gloria de un campeonato es lo que diferencia a un simple deportista de una leyenda.

Como uruguayo, querido Griezmann, te deseo el mayor de los éxitos. Que el universo recompense tu buen corazón y comportamiento. Pero tú, ¿qué piensas al respecto?

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