Genes polares presentan esperanza para niños de todo el mundo

Genes obtenidos de bacterias articas podrían ser la fuente de vacunas más seguras contra la tuberculosis. Estos genes podrían ayudar a los investigadores a crear bacterias sensibles a la temperatura que refuercen el sistema inmune antes de morir.

PUBLICIDAD

El estudio, dirigido por Francis Nano y sus colegas de la universidad de Victoria, en Columbia Británica, Canadá, reemplazó los genes de la bacteria Francisella tularensi con versiones de diferentes especies de bacterias provenientes del ártico. Los genes árticos evolucionaros en temperaturas muy bajas y dejan de funcionar a temperaturas más altas dentro de animales.

El equipo eligió genes indispensables para la supervivencia, como aquellos que reparan el ADN para que su bacteria de laboratorio muriese cuando los genes parasen de funcionar. Luego, exitosamente vacunaron ratones contra dosis fatales de F. tularensis al inyectar sus colas con la versión sensible a la temperatura.

Así, la bacteria logró sobrevivir a través de las temperaturas más bajas de la piel, permitiéndole reforzar el sistema inume, pero no estaba presente en los órganos internos así que no presentó riesgos de enfermedad. Con este éxito, Nano y sus colaboradores han puesto la vista en un nuevo enemigo, la Tuberculosis. Esperemos que tengan éxito.