Gemas del amor, esferas mágicas y cristales milenarios: este lugar te hace pensar que estás en otro planeta

Imagen Shutterstock

Aunque a primera vista las Cuevas de Cristal de Australia dan la impresión de ser naturales, en realidad este lugar —ubicado en Atherton, Queensland— es nada más y nada menos que el resultado de la labor humana de dos grandes coleccionistas. René y Nelleke Boissevain han acumulado piezas de todos los países para crear un museo que puede ser considerado la colección de minerales más grande del mundo.

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Tras un recorrido de 300 m² de túneles y galerías, el visitante puede contemplar y fotografiar cristales y fósiles prehistóricos de miles de años de antigüedad, muchos de los cuales tienen un alto valor geológico e histórico.

Orígenes de las Cuevas de Cristal de Australia

En 1963, el holandés René Boissevain se dio a la tarea de recolectar minerales que encontraba en sus viajes por el mundo. Apasionado por esta área, dedicó su vida a coleccionar muestras de minerales cristalizados, piedras preciosas, fósiles y rocas. Buscaba las mejores piezas, las más perfectas y extraordinarias, las valiosas, raras y más grandes.

Tras 20 años de aventuras, él y su esposa abrieron una tienda de piedras y gemas en Atherton. El éxito en las ventas los condujo a construir en 1986 el primer museo de este tipo justo debajo del establecimiento, esto es, túneles y grutas que dan cabida a más de 600 minerales que pueden ser vistos y fotografiados por los visitantes en su recorrido por las Cuevas de Cristal.

La Emperatriz de Uruguay

Uno de los ejemplares más famosos de este museo de minerales es la geoda de amatista llamada Emperatriz de Uruguay. Es considerada una de las más grandes del mundo —pesa 2 toneladas y media aproximadamente— y fue encontrada en este país sudamericano.

Las geodas son formaciones rocosas en forma esférica rellenas de minerales, por lo que son perseguidas por los expertos. Y es que, aunque en su exterior lucen comunes y corrientes, en su interior parecen cofres con cristales y gemas de relucientes colores. Lamentablemente, en 2011 un visitante se robó un pedazo de la Emperatriz, por lo que se aumentaron las medidas de seguridad.

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Maravillas de la Cueva de Cristal

Entre las maravillas que el visitante puede contemplar en el museo se encuentra una fuente de cuarzo rosa, importada desde Brasil. Como este mineral se conoce como la gema del amor, a esta hermosa obra se le dio el nombre de Fuente de Cristal del Amor. Otra de las adquisiciones más notables del lugar es una exhibición en 3D llamada Esferas mágicas que muestra una serie de minerales esféricos fluorescentes de un modo muy creativo: como si estuvieran flotando en una galaxia extraterrestre.

Algunos minerales —como la calcita y la fluorita— poseen la propiedad de la fluorescencia, esto es, absorben y liberan ciertas longitudes de onda de luz, lo que genera un asombroso efecto visual. Hay otros museos en el mundo que tienen exhibiciones de minerales fluorescentes, pero las Esferas mágicas de la Cueva de Cristal de Australia muestran este maravilloso fenómeno óptico de una forma innovadora, emocionante y, sobre todo, interactiva.

Las Cuevas de Cristal atesoran más atracciones de gran valor para los entusiastas del mundo de las gemas y los fósiles, pero también para el turista ávido de conocer lugares sorprendentes del mundo. Este gran museo no solo va de quedar hipnotizados por sus fabulosas exhibiciones, sino que se puede aprender mucho sobre el universo geológico y, especialmente, sobre la belleza que alberga el planeta Tierra.