Fundación Nelson Mandela considera que el presidente sudafricano debe ser destituido

Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica

PUBLICIDAD

Las irregularidades más evidentes fueron denunciadas en 2009 casi por casualidad, cuando un periodista local se acercó a los vecinos del actual mandatario de Sudáfrica, Jacob Zuma, para saber cómo es vivir al lado de un presidente, y notó que en su residencia privada se estaba realizando algunas reformas: la construcción de dos helipuertos, una piscina y hasta un anfiteatro, entre otras cosas.

Cuando el dato se dio a conocer en los medios, una causa judicial iniciada hace siete años llevó a que en marzo de 2016 un tribunal de Johannesburgo –capital de Sudáfrica– lo declare culpable de haber violado la Constitución tras haber gastado fondos públicos para varias obras de remodelación de su casa. La justicia lo había acusado de gastar USD23 millones del dinero público y condenado a devolverlo. La oposición, por su parte, reclamó la dimisión de Zuma.

Ahora, en un comunicado difundido el 31 de octubre, la Fundación Nelson Mandela vuelve a insistir con esta petición, pues considera que el presidente, Jacob Zuma, “ no ha pasado la prueba” del liderazgo y que es necesario que Sudáfrica le reclame a aquellos que han saqueado los recursos del Estado. 

A principios de este año, otro escándalo había salpicado a Zuma: sus vínculos con los Gupta, una poderosa familia de negocios sudafricana de los que el presidente habría recibido favores a cambio de cargos públicos. Ambas partes negaron las acusaciones.  

Imagen Shutterstock

Nelson Mandela, presidente de Sudáfrica entre 1994 y 1999

PUBLICIDAD

Creada originalmente para la recolección de fondos para la lucha contra el SIDA, la Fundación expresó “han pasado veinte años desde que [el ex presidente sudafricano] Nelson Mandela firmó la Constitución de Sudáfrica y, a poco del tercer aniversario de su muerte, es doloroso para nosotros, en la Fundación Nelson Mandela, ver las ruedas que se salen del vehículo de nuestro Estado”.

La FNM también plantea algunas criticas institucionales al gobierno de Zuma. “Los sectores de los negocios y servicios públicos y el área legislativa, se han visto gravemente afectados, comprometiendo la habilidad del Estado para servir al pueblo”. 

El comunicado finaliza con una mención al actual sistema educativo, particularmente en los pueblos y áreas rurales, “ en los que ha quedado atrapado en los intereses políticos y se ha deteriorado a niveles inimaginables”. Por eso, la Fundación “llama al partido gobernante a tomar las medidas necesarias para asegurar que el vehículo del estado sea protegido y colocado en manos seguras y capaces”.