Francia ganó el Mundial Rusia 2018, pero hay una batalla que sigue librando y urge que gane

Después de que terminara el Mundial de Rusia 2018, fue necesario aclarar la controversia en Internet sobre "cómo en realidad ganó un equipo africano disfrazado de europeo".

La gente en redes se encargó muy bien de explicar que los jugadores franceses ganaron y punto:

Esta necesidad de señalar a los jugadores de padres o abuelos africanos como los "verdaderos ganadores" (pasando por alto que, de hecho, son ciudadanos franceses), probablemente está relacionado con la noción que se tiene del racismo del país galo, en donde la población de inmigrantes representa el 9.1%, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Y aunque fue la diversidad de sus jugadores la que (aparentemente) enriqueció a su selección, la cancha parece ser apenas un lugar menos por conquistar para la inclusión. Resulta que a otros espacios como los de poder y toma de decisiones les falta la representación de personas afrodescendientes: apenas se registran treinta personas negras notables en la política de Francia.

Christiane Taubira, quien fue ministra de justicia del 2012 a 2016 y tiene un doctorado Honoris causa por su trabajo en derechos humanos:

Rama Yade, delegada permanente de la UNESCO en Francia. Además, fue secretaria de derechos humanos del 2007 al 2009. Uno de los principales momentos de su carrera política llegó cuando se reunió con diferentes organizaciones de la comunidad LGBTTTIQ+ para impulsar el matrimonio entre personas del mismo sexo:

En pocas palabras:

Quizás la inclusión requiere de procesos lentos, pero vale la pena meditar sobre las ventajas 'prácticas' que tiene: crecer como sociedad... y ganar una copa del Mundo.

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