Físicos se unen a la lucha contra el coronavirus: estudian el efecto del medio ambiente
El control de la pandemia por el COVID-19 es algo que nos atañe a todos, por lo cual científicos de todo el mundo trabajan incansablemente para encontrar un tratamiento, una vacuna y para conocer a fondo la estructura del virus SARS-CoV-2.
Una de las mayores incógnitas acerca del coronavirus es conocer si los cambios de las estaciones afectarán o no su propagación. La Universidad de Utah les encomendó a sus físicos la tarea de encontrar una respuesta.
La National Science Foundation le otorgó los recursos necesarios para una investigación de respuesta rápida a Michael Vershinin y Saveez Saffarian del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Utah para estudiar la estructura del SARS-CoV-2.
Los físicos creará partículas de coronavirus sintéticas sin un genoma, lo que hará que el virus sea incapaz de infectar a las personas o de replicarse.
Los investigadores probarán cómo la estructura del coronavirus resiste los cambios en la humedad y la temperatura, y en qué condiciones el virus se desmorona.
Los resultados que se obtengan ayudarán a los funcionarios de salud a comprender cómo se comporta el virus en diversas condiciones ambientales, incluso en las estaciones cambiantes y en microclimas como las oficinas con aire acondicionado.
Vershinin explicó que están haciendo una réplica fiel del paquete de virus que mantiene todo junto. La idea es descubrir qué hace que este virus se desmorone, qué lo hace funcionar y qué lo hace morir.
Esto no significa que sus avances sirvan para crear una vacuna ni resolverá del todo la crisis, pero con suerte ayudará a estar mejor informados al respecto para tomar mejores decisiones tanto en lo individual como a nivel nacional e internacional.
Los científicos buscaron el genoma del SARS-COV-2 completamente secuenciado que se publicó en enero y se centraron en los genes responsables de la integridad estructural del virus.
Ahora están sintetizando estos genes en células vivas y permitiendo que sus proteínas se unan en partículas de virus.
Su meta es encontrar cómo evolucionan las gotas de moco en diferentes condiciones de temperatura y humedad, y si alguno de esos factores afectan cuán infeccioso es el virus.
Gracias a las técnicas de biofísica y física modernas, es posible conocer esas características del virus en un corto periodo de tiempo, pero aun así los resultados de la investigación podrían estar listos en un par de meses
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