Èze, sobre la Costa Azul

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En el sudeste de Francia, en la región de Provenza, sobre la Costa Azul, en el departamento de los Alpes Marítimos, dentro del distrito de Niza y formando parte del Cantón de Villefranche-sur-Mer se encuentra la ciudad de Èze. Con una superficie que llega casi a los diez kilómetros cuadrados, esta pequeña pero tan bella ciudad nos observa desde lo alto (poco más de cuatrocientos metros sobre el nivel del mar).

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Una ciudad con personalidad

Se considera que sus alrededores se encontraban ya habitados hacia el año 2000 a.C. Más adelante en el tiempo estuvo en poder de los moros, quienes fueron desalojados de la zona por Guillermo de Provenza en el año 973. En el siglo XIV la Casa de Savoya construyó en lo alto el pueblo fortificado, cual “nido de águila”. Después vinieron años turbulentos en los que turcos, franceses y españoles se la disputaron; hasta que finalmente, y por decisión unánime de todos los habitantes, Èze pasó a ser parte de Francia en el año 1860.

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La ciudad se despliega desde la Riviera francesa, llamada allí Èze-sur-Mer, hasta la cima de la colina donde se encuentra la villa medieval denominada Èze-Village, y uniéndolas a ambas está Saint-Laurent-d’Èze. Desde la cumbre se observa todo el contorno marítimo del Cap Ferrat.

Èze guarda entre sus muchos atractivos un importante Jardín Botánico, que cuenta con un gran espacio dedicado a los exóticos cactus y plantas suculentas y desde el cual se tiene, además, una vista espléndida del mar y sus increíbles costas. Las calles típicas de esta encantadora ciudad suben y bajan, contornean recodos y nos cubren con frescas arcadas de piedra mientras deambulamos llenándonos de su magia.

Todos quieren conocer Èze

Vemos las apacibles casas con hiedra que cubre los muros y verdes pinos aquí y allá dando más frescura al entorno. Su hermosa iglesia, construida en la segunda mitad del siglo XVIII dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, con el altar profusamente ornamentado y de suaves paredes color ocre claro, puede verse desde la lejanía gracias a lo elevado de su emplazamiento. Una cruz egipcia dentro del templo recuerda las ancestrales raíces de la villa, puesto que en la antigüedad se había levantado allí mismo un templo en honor a la diosa Isis.

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En la actualidad nada falta para que en ella nuestra felicidad sea completa, hay modernos hoteles, restaurantes y grandes tiendas. El lema de la ciudad es “En la muerte renazco” y un ave fénix acompaña las palabras; tal vez por las veces que creyó sucumbir bajo el poder de los invasores y logró resurgir de las cenizas para convertirse en una de las más bellas y visitadas ciudades del Mediterráneo.

¿Qué les parece Èze? ¿Querrían visitar este fabuloso sitio?