Hace 52 años que la primera pastilla anticonceptiva apareció en el mundo de la medicina y pasó más de un siglo desde la primera vez que alguien pronunció la palabra “feminismo”. Pero aún así, la asociación directa e imprescindible de la mujer con la maternidad está muy latente. Así como se espera que una mujer sepa cocinar y limpiar (no está bien tampoco), también se espera que tenga hijos -no que “quiera tener hijos” pero que los tenga-.
Estos son los derechos que reclamamos las mujeres que no queremos ser madres


Y aquí está la principal cuestión: ¿acaso se le da la libertad a una mujer de pensar si realmente desea tener hijos? Muchas probablemente los desean, no tengo dudas de que tienen ese “instinto maternal” del que tanto se habla. Y una vez que tengan a sus hijos en brazos serán las mujeres más felices del mundo. Pero otras no. Otras manifestamos desde pequeñas que no queríamos ser madres, y nos hicieron creer que nuestro “instinto maternal” había venido fallado (“pero ya aparecerá, ¡descuida!”).
Tal vez llegue el día en que una mujer pueda afirmar con seguridad que realmente no quiere tener hijos sin tener que enfrentar miradas de desprecio, sorpresa y lástima. Pero eso no será ni hoy ni mañana, porque lamentablemente existe un fuerte estigma que cae sobre nosotras, las mujeres que, por motivos que solo a nosotras nos conciernen, decidimos no hacer completo uso de su aparato reproductivo.
¿Qué derechos les gustaría tener?, me preguntan. Y yo les contesto:

Queremos ser aceptadas
Lo que más queremos todas las mujeres que decidimos vivir una vida libre de hijos es que acepten nuestra elección sin ningún tipo de cuestionamiento. ¿Acaso alguien cuestiona a una mujer sobre por qué quiere ser madre? Definitivamente no, por lo tanto, nosotras deberíamos tener este derecho también.
Queremos ser escuchadas
Quienes no queremos hijos no tenemos nada que ocultar, una vez que encontremos a alguien que respete nuestra opinión y esté dispuesto a conocer nuestras razones, no dudaremos en abrirnos a ellos. Compartir nuestra opinión y expresar nuestros intereses es algo que nos encantaría hacer, pero se vuelve tan difícil cuando una conversación se torna en un debate.

Queremos ser igual de valoradas
A menudo se desprecia a las mujeres que no son madres, se las considera menos completas y con menor valor. Tal vez nadie lo expresa, pero la gran mayoría lo piensa. Pero, ¿desde cuándo una mujer solo vale por el uso que haya hecho de su aparato reproductivo?
Hay tantos otros aspectos en la vida de una mujer que se excluyen con esta concepción tan simplista, y eso es lo que las mujeres que no tenemos hijos queremos que se comprenda. Se puede encontrar la satisfacción a través de muchos otros caminos…
Queremos liberarnos de los prejuicios
“¡Qué comportamiento tan egoísta!”, es una frase que de seguro escucharás si eres suficientemente valiente para sincerarte sobre tu deseo de no tener hijos. Pero, ¿no sería más egoísta tener un hijo por el mero hecho de cumplir con una norma social? O ¿por el miedo a quedarse sola? Si una mujer sabe que no será una buena madre y por eso decide no serlo: ¿es egoísta pensar en el posible sufrimiento de esa criatura que venga al mundo?
La gran mayoría de mujeres que elegimos no tener hijos nos sentimos juzgadas, desvalorizadas, e incomprendidas. No solo por parte de la sociedad, sino que también por nuestros seres queridos más cercanos y eso es lo que más nos duele. Por mucho que queramos explicarnos, es frustrante y agotador solo recibir más y más juicios a cambio.
Por eso queremos conquistar estos derechos, ser igual de respetadas y valoradas. Al fin y al cabo, somos todas mujeres.
Aunque no tengan que hacerlo: 28 mujeres responden por qué no quieren ser madres






