Los científicos han tratado de estudiar y comprender la adicción, y para ello han realizado estudios con animales, como por ejemplo el darle drogas a los ratones para estudiar su comportamiento.
Estos peces son capaces de arriesgar su vida para drogarse

Ahora un nuevo estudio sugiere que los peces cebra disfrutan de los opioides, algo que podría ayudar en investigaciones futuras.
Los peces cebra tienen estructuras neurológicas similares a la de los humanos y pueden ofrecer nuevas y más rápidas maneras de testear nuevas terapias que puedan ayudar a tratar la adicción.
Una curiosa investigación
El Dr. Gabriel Bossé, de la Universidad de Utah, permitió que un grupo de peces cebra pudieran autoadministrarse hidrocodona, un opioide prescrito como analgésico que se convierte con frecuencia en una droga de adicción.
Como resultado, a la semana, los peces estaban dispuestos a arriesgar su vida para poder obtener el efecto del opioide en su organismo y demostraron ansiedad cuando se les cortaba el suministro.
La investigación demostró que los peces cebra son capaces de experimentar algunos de los signos de adicción y abstinencia comunes en los humanos.
Comprendiendo la adicción de los peces

Para el estudio, los expertos utilizaron tecnología que permitió que el pez cebra dentro de un tanque, se auto-administrara opiodes.
En una primera instancia, el sensor de movimiento activó la liberación de alimentos, enviados al tanque mientras una luz verde parpadeaba. Eso permitió que los peces aprendieran que cuando querían alimentarse, tenían que nadar a través de la plataforma.
Pero luego, los investigadores reemplazaron la comida por un opiode, activado automáticamente por los movimientos del pez.
En una semana, el comportamiento de los peces se volvió más ansioso y frenético resultando en la liberación de más droga.
Los expertos encontraron en el pez cebra un interesante modelo de estudio para la adicción de opioides. Aunque los estudios con animales no son precisos y puede conducir a error.
Estos peces son muy utilizados para estudiar desórdenes de salud mental debido a su similitud fisiológica y genética con los humanos.
Y si bien ya se ha descubierto que estos peces pueden desarrollar un comportamiento adictivo de una variedad de drogas, es la primera vez que los peces tienen que hacer una acción para poder recibir la droga, lo que ofrece una manera más completa de medir la motivación en la búsqueda de la droga.
Con más investigación al respecto, los científicos esperan poder comprender mejor que motiva a la adicción y cómo es posible controlarla. Increíble, ¿no?
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