Estos estudios científicos sugieren que tener más armas no detiene los crímenes

Las armas son un tema polémico, sobre todo si están en manos de civiles. Aún así, las personas las adquieren pensando que el estar armados les protegerá de crímenes y hará más seguras sus comunidades.

¿Más armas equivale a menos crímenes? Investigaciones científicas en Estados Unidos determinaron que el tener más armas no disminuye la posibilidad de ser víctima de un delito violento, sino todo lo contrario (lógicamente).

¿Estar armado te protege de un crimen?

Estados Unidos es uno de los países con más armas en manos de civiles y, según la legislación de cada estado, adquirirlas e incluso llevarlas contigo no es tan complicado como se puede imaginar en el resto del mundo.

¿Si los «buenos» están armados bajan los crímenes? Diversos estudios sobre el uso de armas y su impacto en la sociedad estadounidense nos aproximan a una posible respuesta.

En 2015,  36 mil personas murieron por disparos en Estados Unidos, país donde hay 112,5 armas por cada residente, es decir más armas que habitantes, muchísimo más que en cualquier otra parte del mundo.

Según estadísticas del FBI y el Center for Disease Control and Prevention (CDC), en los estados con mayor presencia de armamento en manos civiles la cantidad de ataques con armas era 6,8 veces más numeroso que en los estados con bajo nivel de armamento.

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De acuerdo a ese dato, mayor cantidad de armas legalmente compradas e inscritas no significa que disminuya el crimen, sino todo lo contrario. Además, las personas que poseen un arma de fuego en casa tienen el doble de riesgo de morir de un disparo que el resto de la población.

Si bien la cantidad de crímenes violentos bajó en casi todos los países (incluyendo Estados Unidos), una investigación de la Universidad de Stanford determinó que en los estados norteamericanos donde es más sencillo obtener permisos para comprar y llevar armas en la vía pública, la cantidad de delitos con armamento de fuego subió en un 8 % con respecto a las décadas anteriores.

El poseer un arma no solo no ofrece seguridad ante un crimen, sino que hace a la gente más propensa a darles un uso no relacionados con la seguridad.

Estadísticas indican que las armas que se guardan en el hogar tienen 11 veces más posibilidades de ser utilizadas para suicidarse que para autodefensa.

La ciencia deja claro que el poseer armas no disminuye los crímenes, sino al revés: el tener un acceso más sencillo a comprar y llevar armamento sube las posibilidades de delitos violentos, demostrando que una sociedad armada no es una sociedad más segura.

Como en cualquier otro aspecto y ámbito de la vida, el único camino a la paz y la seguridad es la educación y el conocimiento, las únicas que dan sabiduría, la única vía hacia el respeto.

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