Estos 6 son unos de los platillos más extraños de la historia de la humanidad

¿Alguna vez te has preguntado qué comen normalmente las personas en los distintos países del mundo?

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Algunos platillos que en determinados sitios son un manjar pueden resultarte extraños o simplemente desagradables. ¡Pon a prueba tu paladar y descubre nuevos sabores en este recorrido por las comidas más raras del mundo!

#6 Sopa de murciélago de la fruta

Imagen Thinkstock

Este plato se come en algunos sitios de África o en la Isla de Guam. Se prepara con murciélagos de la fruta, que habitan en las áreas forestales y si bien en un primer momento se capturaban y se comían debido a una necesidad de consumir proteínas, en la actualidad se han convertido en un platillo exótico, que se sirve en muchos restaurantes y que resulta muy costoso.

Se prepara hirviendo al animal con jengibre, cebolla y se le añaden unas hierbas frescas y salsa de soja o crema de coco. Es de destacar que los lugareños comen todo el murciélago, incluyendo la piel, las alas y los ojos.

¿Pequeño detalle? Hay quienes afirman que este hábito causa enfermedades neurológicas debido a las neurotoxinas que se encuentran en las vísceras del animal que provienen de su costumbre de comer plantas tóxicas. 

#5 Balut

Este plato, que es una “delicatesen” en las Filipinas, se puede encontrar en muchos sitios, ya que es ofrecido tanto por los vendedores ambulantes como en los restaurantes más elegantes del país. El Balut es un huevo de pato ya fertilizado, que contiene el embrión en su interior y se hierve como si se tratara de un huevo común.

Si bien es apreciado por muchos filipinos que tienen ancestros chinos, hay muchos habitantes de ese país que afirman haber sentido una gran repulsión frente a su textura y al hecho de tener que comer el pico, las venas y las alas comprimidas. 

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#4 Escamoles

Este plato, que se disfruta en México y que se vende por precios exorbitantes, tiene un origen prehispánico y su ingrediente principal son las larvas de hormiga. No se trata de hormigas comunes, sino de unas negras gigantes que dejan unas larvas con un tamaño mayor al común.

Quienes lo han probado afirman que tienen un sabor muy peculiar, un poco dulce, y es por ello que simplemente se fríen las larvas con un poco de mantequilla y espazote, una planta aromática que se utiliza como condimento y también para tratar diferentes afecciones. 

#3 Hakarl

En Islandia se come este platillo a base de carne de tiburón podrida, llamado Hakarl. Tal vez la idea de comer un tiburón no te resulte apetitosa y menos si está podrido, pero esta tradición culinaria proviene del hecho de que la carne del tiburón de Groenlandia puede resultar venenosa si se la come fresca.

Los habitantes de ese país lo consumen durante todo el año; la carne se envasa al vacío y se vende en las grandes cadenas de supermercados. Se aconseja degustarlo con un trago de una bebida alcohólica local para que te ayude a sobreponerte al olor a amoníaco que desprende y al sabor a pescado fétido. 

#2 Casu Marzu

Este es un plato típico de Italia y, si bien la idea de un queso de leche de oveja puede parecerte atractiva en un primer momento, es probable que ver sus miles de gusanos vivos te desaliente.

Se elabora así: las moscas depositan sus huevos en el queso, al que se le corta la superficie para facilitar su acceso. Cuando estos eclosionan, las larvas emergen y comienzan a comer el queso, lo que permite descomponer las grasas y ablandar la parte central, que por lo general es dura.

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Si te animas a probarlo, su sabor tan original puede perdurar pro horas en tu paladar.

#1 Smalahove

El Smalahove es un  plato tradicional noruego que generalmente se come antes de la Navidad. Su ingrediente principal es la cabeza de cordero a la que se le retiran los sesos y la piel. Antes de cocinarla a las brasas, se la deja en remojo con agua y sal durante varios días.

Podrás acompañarla con puré de patatas, grasa y puré de nabo si logras superar la impresión que produce ver una cabeza de lado en medio de tu plato. 

La tradición culinaria muchas veces permite conocer la cultura de un país pero en ocasiones es necesario tener mucho coraje y un estómago de hierro para probar algunos platillos. ¿No lo crees?

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