Para los británicos, las costumbres navideñas son más importantes que cualquier otra cosa y para la familia real aún más. En diciembre de cada año, no solo presentan una enorme batería de árboles de navidad en el frente del Palacio de Buckingham, sino que las tradiciones más minúsculas son su pasión. Todo está orquestado para darle la bienvenida a esta celebración.
Esto es lo que sucede puertas adentro de la realeza en Navidad: no es como lo imaginabas


Gustavo Ayala es licenciado en Comunicación Social, guía de turismo y especialista en la realeza y nos contó detalladamente el folklore navideño de la familia real británica.
Tradiciones navideñas de la familia real británica
Una Navidad desprovista de ostentación

El lujo no es algo que caracteriza a la familia real. Para Gustavo Ayala, en época de las fiestas tradicionales se deja de lado el protocolo en pro de las tradiciones reales menos ostentosas:
«Los Windsor han logrado mantener la imagen de la familia inglesa 'tradicional' de la alta aristocracia rural, dotada del saber vivir y del deber bajo una forma que permite a la mayoría identificarse»
Se trasladan a un lugar particular (Sandringham House)

Sin embargo, sí existe un único protocolo al que acuden para esta ceremonia. Nada tiene que ver con actos oficiales, sino con una costumbre más íntima. Es que en Navidad, la reina y su familia se trasladan a Sandringham House, donde viven un ambiente muy burgués, muy hogareño.
«A la reina le gusta verse rodeada de los suyos cuando se trasladan a Sandringham House, cada 24 de diciembre»

Comida de la realeza para Navidad: primer plato, segundo plato y postre

Asimismo, la comida también es un auténtico folclore real. Empiezan desde muy temprano, por lo que viven muchas comidas en el mismo día. Lo más sorprendente es que el personal come exactamente lo mismo que ellos, existiendo una relación simétrica entre quienes trabajan allí y la mismísima realeza.
«Durante ese período de vacaciones invernales, el almuerzo comienza por un plato caliente: guiso, pollo a la crema, ternera a la cacerola. Le sigue una colación fría: jamón, lengua de ternera. El postre es generalmente un pastel de harina, huevo y almendras, bien nutritivo, seguido de queso. El personal come exactamente lo mismo. La langosta, el mousse de salmón, las ensaladas de legumbres y los cinco vinos diferentes, de gran calidad, se dejan para las comidas oficiales en Buckingham»
El plato que todos esperan: el St. James Christmas Plum Pudding
Otra tradición culinaria especial de esta época es el St. James Christmas Plum Pudding (pudín de ciruelas de Navidad) que se prepara para la mesa de la reina y que se adquiere en Fortnum & Mason para obsequiar a cada miembro del personal, según el experto.
Lo más curioso es que estos pudines llevan 6 litros y medio de cerveza, botellas enteras de coñac y ron, 150 huevos y docenas de kilos de tres clases de pasas de uva. Quienes estén fascinados con este postre pueden adquirirlo en la tienda por tan solo 19 euros.
El personal forma parte de la festividad (y hasta recibe regalos)

Aunque sea difícil creer, es real. El personal festeja la Navidad con la soberana en Buckingham Palace. Sí, así como lo lees. El primer conserje compra los regalos solicitados por cada uno con varias semanas de antelación: el valor fluctúa de acuerdo a la antigüedad del empleado. Se organiza un almuerzo el 19 o el 20 de diciembre, luego todo el mundo pasa a la Sala de Audiencias para recibir su regalo de manos de la reina.
Además, la reina se aferra a su costumbre de estrechar la mano de cada uno y dirigirles una palabra cariñosa. Lo mismo hace cada miembro de la familia real con su personal particular, invitándolos a participar en organizaciones de caridad.

Tarjetas manuscritas

Otra de las tradiciones más importantes para la familia real, según explica Gustavo Ayala, es mandarse entre sí tarjetas manuscritas, transmitiendo sus mejores deseos. Las pocas palabras, a menudo muy tiernas, no tienen nada de protocolar y se dirigen entre ellos con diminutivos.
«Para sus hijos, la reina y el príncipe Felipe son simplemente 'Mummy and Papa'. Casi todos los Windsor usan diminutivos: para sus allegados, la reina firma 'Lilibet', el príncipe Miguel de Kent es 'Maou', el príncipe Eduardo es 'Ed' y la princesa Margarita era, simplemente, 'Margot'. Al rey Constantino de Grecia, la reina le escribe: "A Tino, de Lilibet'»
El origen del festejo navideño

En estas fechas, quieren mantener su costado más tradicional y hogareño. Por eso, continúan con el legado de la reina Victoria, quien fue la primera que realizó una fiesta para su familia, bajo la influencia de su esposo de origen alemán, el príncipe Alberto:
«El entusiasmo que ellos creaban entre todas las clases sociales sin excepción hacía que se publicaran cientos de imágenes de la pareja real rodeada de sus nueve hijos, creando estampas familiares tan entrañables como envidiables»
La reina Elizabeth no hizo más que tomar esos mismos hábitos y trasmitírselos a los suyos aún hoy día. ¡Increíble!

¡Ahora ya sabes todo acerca del folclore navideño de la familia real británica!
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