Esta rampa de skate en Tonga busca apartar a los jóvenes del crimen y las drogas

Chris y Ashley Paquette, son una familia americana que vive en Tonga, una isla del Pacífico. Junto con su organización One Love decidieron hacer algo bueno para los habitantes jóvenes de la zona.

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Construyeron una rampa de skate en el pueblo de Puke cerca de la capital Nuku’alofa, y lograron reunir a más de 60 jóvenes entusiastas.

Además de ser una diversión sana, busca ser una manera de mantener a los jóvenes alejados del crimen y las drogas.

Antes de la rampa, ocurría que los jóvenes se aburrían sin tener nada productivo que hacer, lo que conducía a incurrir en crímenes o rodearse de personas mayores que no los llevaban por el buen camino.

La rampa de skate de Puke fue financiada por una recaudación de fondos en línea y donaciones de negocios de la isla. Comenzó como una idea con solo dos skate y 15 niños, pero gracias a las donaciones de algunas personas, hoy cuentan con 12 skates para que los jóvenes puedan divertirse y jugar en comunidad.

Una iniciativa que todos apoyan

Además de los niños y sus familias, el gobierno de la isla también apoya esta iniciativa. Reconocen el problemático índice de delincuencia y la importancia de que existan iniciativas como esta que permitan a los jóvenes pasar tiempo con sus pares, haciendo algo divertido y no ocasionando más crímenes.

Son las pequeñas acciones como esta, las que ayudan a cambiar la realidad de la sociedad y fundamentalmente el destino de los jóvenes.