Equipo de investigación arqueológica podría haber descubierto el hogar del Rey Arturo

El descubrimiento en Tintagel de unas ruinas del siglo VI ha desencadenado un pequeño alboroto, sobre la posibilidad de que se trate de la casa del famoso rey.

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Entre mito e ilusión

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Pocos personajes seducen más a los británicos y a los amantes de las leyendas de todo el mundo que el Rey Arturo, el mítico líder que en el siglo VI encabezó la defensa de los britanos contra la invasión de los sajones.

Los turistas visitan la aldea de Tintagel y su castillo, en la costa de Cornualles, supuesto hogar del legendario rey, imaginando que en alguno de sus ruinosos espacios Arturo se reunía en la inmensa mesa redonda con sus 150 caballeros.

Pero nunca ha pasado de ser un acto de fe, aunque ahora los arqueólogos que excavan en el lugar han dado rienda suelta a las ilusiones con el hallazgo de unos restos pertenecientes al «periodo oscuro», que podrían haber sido el verdadero palacio del Rey Arturo.

Los Años Oscuros

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Los ingleses llaman Años Oscuros a los siglos V y VI, que siguieron al desmoronamiento del Imperio Romano y a su salida de las islas británicas. En ese tiempo se produjeron las invasiones de los anglos, los sajones y otros pueblos, que fueron el germen de las actuales naciones británicas y periodo en el que se forjó la leyenda artúrica.

Lo que en verdad han encontrado los arqueólogos en Tintagel no da para ilusionarse mucho, pero ello no ha dejado de entusiasmar a los miles de fans del  Rey Arturo. Solo se trata de unos aposentos que datan del periodo oscuro, presumiblemente ocupados por gente muy poderosa.

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Solo para ricos

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La hipótesis de que los supuestos moradores eran de clase muy alta se basa en que se ha encontrado vidrio merovingio, fragmentos de fina vajilla que se fabricaba en el oeste de Turquía y restos de cerámica mediterránea procedentes de las ánforas que se utilizaban antiguamente para guardar vino y aceite de oliva. Esos productos importados solo podían estar al alcance de gente muy pudiente, como una casa real.

Los escépticos, que nunca faltan, también han aparecido para aguar el vino a los partidarios de Arturo. El hecho de que las ruinas encontradas sean de una construcción del siglo VI y de que haya restos de productos suntuosos, no indica para nada que hayan sido utilizados por el Rey Arturo; ni siquiera por un monarca. Otros personajes poderosos podían haber hecho las compras e incluso los aposentos pudieron ser un gran centro de acopio.

Otra cosa sería que los arqueólogos hallaran una espada mágica como Excálibur.