Las vacunas son preparaciones biológicas que generan inmunidad frente a una infección viral y se administran principalmente mediante inyecciones, aunque también puede utilizarse la vía oral.
En este país quieren prohibir que niñas y niños sin vacunar asistan a las escuelas

Existen distintos métodos de producir vacunas, siendo el más común la introducción de los microorganismos virales (o partículas), ya sea muertos o debilitados para desencadenar la respuesta inmunitaria frente a los mismos.
En el mundo, solo una infección viral ha sido erradicada, la viruela, producida por el virus Variola. Sin embargo, todo el resto de los virus está continuamente infectando seres humanos y muchos de ellos deben ser minuciosamente controlados porque pueden generar pandemias. Por esta razón, los humanos nos vacunamos, para prevenir la infección de los peores virus.
Sin embargo, muchos movimientos antivacunación comienzan a ser muy populares en algunos países en los últimos años, lo que generó nuevos brotes de enfermedades en niños y niñas pequeñas, que antes estaban bajo control. En este sentido, el Primer Ministro de Australia, Malcolml Turnbull, anunció su propuesta para prohibir que niñas y niños sin vacunar ingresen en los centros preescolares.
Sin duda, una declaración muy polémica.
- Ver también: «¿Cómo se hace una vacuna?»
Las vacunas en Australia

En Australia alrededor del 93 % de niñas y niños reciben las vacunaciones recomendadas por la medicina. Entre las vacunas que reciben se encuentran algunas de las más importantes, como la de rubeola, paperas y sarampión, tres de los virus más fáciles de contagiar en el mundo.
Sin embargo, el gobierno tiene la intención de incrementar esta cifra, al menos hasta un 95 % que es el nivel requerido para frenar la expansión de los virus y protegen a los más jóvenes de nuevas infecciones, sobre a aquellos que por razones médicas no pueden vacunarse.
Por esta razón se han comenzado varias campañas para que muchas familias donde niñas y niños no han sido vacunados, comiencen a hacerlo. Una de las campañas se tituló « Sin pinchazo, sin juego» para remarcar que sin las vacunas necesarias los niños no podrán ingresar a ningún centro preescolar a jugar con otros niños. A su vez, en otros estados las familias no recibirán los subsidios del estado para el cuidado de los niños si no los han vacunado.
Los efectos de esta política en la juventud

Esta política tiene el propósito de incrementar rápidamente la inmunización en la mayoría de las niñas y niños del país y se cree que podría funcionar. Sin embargo, muchas personas que trabajan en los centros preescolares están preocupadas porque creen que esta medida podría ser muy negativa en niñas y niños cuyos padres y madres continúen negándose a la vacunación.
En los primeros años, la educación preescolar es muy importante y es una de las mayores herramientas para que muchas familias logren salir de la marginalización.
Estas medidas también le dan más argumentos al movimiento antivacunación, que defienden las libertades civiles y el libre acceso a decidir en lo que refiere a la medicina y educación. El problema es que cuando una parte de la población se niega a seguir un protocolo de salud y al hacerlo hace peligrar la salud de muchas personas más, se deben tomar medidas considerando el bienestar de la totalidad de la población.
Las vacunas no solo no son malas, son la mejor y más óptima herramienta desarrollada por la ciencia para luchar contra los virus, pero la ignorancia y los mitos de conspiraciones o muertes ocasionadas por vacunas siempre serán muchos más impresionantes que la realidad. El sensacionalismo siempre gana.
¿Qué opinas sobre esto? ¿Crees que las vacunas deberían ser obligatorias a este nivel?
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