El Valle del Río Leitzarán cubre una superficie de 124 kilómetros cuadrados junto con todos sus tributarios. El río nace en la localidad de Leitza, de la unión de los arroyos Erasote y Gorriztarán en la Provincia de Navarra, al norte de España, y desemboca en el Río Oria, dentro de la Provincia de Guipúzcoa para llegar por él al Mar Cantábrico.
El Valle del Río Leitzarán, la maravilla española


Del cordón montañoso Adarra-Urepel se separa el Altzadi, de 1.011 metros de altura, que se adentra en el valle y separa el Leitzarán de Navarra del Leitzarán de Guipúzcoa.
Paisajes de ensueño
Su corto recorrido de 42 kilómetros, sinuoso y con muchos meandros, está cubierto de bellos paisajes, la mitad guipuzcoana de ellos pasan por una formación geológica llamada Macizo de Cinco Villas, que se formó durante el Período Carbonífero y está constituida básicamente por areniscas y pizarras. Sus riberas y las de sus afluentes, el Río Ubarán y el Río Malo, son zonas protegidas puesto que la flora y la fauna son excepcionales.
Abundan las coníferas, como los pinos insignes y los alerces, hay también hayas, robles, castaños, abedules, fresnos, avellanos y olmos; y especies endémicas como la Soldanella villosa y la Drosera eguzki-ihintza.
En cuanto a la fauna podemos ver liebres, visones, gatos monteses, garduñas, tritones, lagartijas, aguiluchos, gavilanes, azores, halcones, truchas y anguilas entre tantos otros.
Mayoritariamente el entorno se ha empleado desde tiempos remotos para el pastoreo pero hubo una época en la que se explotaron los grandes yacimientos de hierro que posee.
Para llevar el mineral hasta los centros exportadores se creó un ferrocarril, a principios del siglo XX, que iba desde las Minas de Bizkotx, cercanas a Plazaola (casi en el límite con Navarra) en el sur, hasta Andoain, situada a 20 kilómetros al norte.
El Paraíso de los que gustan del senderismo
Muchos son los puentes (como el Puente de Unanibia o Puente de las Brujas, en Otita, uno de los más bellos puntos del recorrido) y túneles que debieron ser construidos para salvar los desniveles naturales del terreno y hay además hermosos acueductos de piedra sostenidos por imponentes arcos (como el de Ameraun), todo lo cual le agrega más atractivo a este maravilloso valle.
En la actualidad varios tramos de aquel antiguo trazado ferroviario (que funcionó durante cuarenta años) se han acondicionado para ofrecer a los visitantes un espacio recreativo que se conoce como La Vía Verde del Plazaola, que puede recorrerse a pie, a caballo o en bicicleta.
Son muchos también los restos de emplazamientos prehistóricos diseminados por todo el valle, dólmenes, menhires, crómlech y túmulos nos hablan del pasado.
Y como recuerdo de la Edad Media están las “ferrerías”, o herrerías, que adquirieron auge a partir del siglo XIV, las mismas utilizaban ruedas hidráulicas para hacer funcionar los fuelles y martillos que empleaban; se calcula que hubo al menos 22 de estos establecimientos en las orillas del Leitzarán y sus subsidiarios.
Unas vacaciones para disfrutar y adquirir múltiples conocimientos, en una región llena de encanto, con lugares de ensueño donde la paz y la tranquilidad pueden palparse, recorriendo el valle de un río que como tantos otros dio vida a sus alrededores pero que aquí se mantiene aún exuberante y en su máximo esplendor.
¿Qué les parece el Valle del Leitzarán? ¿Conocían este sitio de España?







