¿Quieres ser Neil Armstrong por un día? En el Valle de Luna en la provincia argentina de San Juan es posible. Su verdadero nombre es Parque Ischigualasto, en quechua significa “donde se posa la luna”. La erosión del agua y del viento nunca se toma descanso allí, donde se encuentra la evidencia fósil continental más importante del mundo.
El Valle de la Luna en Argentina

Restos de dinosaurios como también de otras especies de mamíferos han sido encontrados en este lugar tan cambiante como magnífico. Si bien hoy en día el valle se parece a un desierto con pocas lluvias, en el periodo triásico, que duró desde hace 245 hasta 208 millones de años, era un gigantesco lago rodeado de imponente vegetación.
El recorrido de este parque nacional dura aproximadamente dos horas y debe realizarse en bicicleta o en auto. Es así como empieza la caravana que, liderada por un guía del Centro de Interpretación Ischigualasto, nos llevará a recorrer diferentes formaciones como “El gusano”, “Valle Pintado”, “La Esfinge”, “La cancha de bochas”, “El Submarino”, “El Hongo” y las “Barrancas coloradas”.
En cada formación, se hace una parada y el guía nos da una breve explicación, luego hay tiempo de sacarse fotos y sentarnos a un costado a desafiar nuestra imaginación en pos de encontrarle la forma a eso que estamos viendo. Obviamente, la cancha de bochas no necesita demasiada imaginación, está todo a la vista pero aún para los guías suele resultar difícil explicar cómo se formaron estas perfectas esferas. Realmente parecen talladas por un escultor más que por el trabajo del agua y el viento.

El recorrido culmina en el Centro de Interpretación donde podremos observar los dos dinosaurios más importantes encontrados en la zona (el Eoraptor y el Herrerasaurus) y el más primitivo dinosaurio encontrado hasta este momento. Declarado por la Unesco como Sitio Patrimonio de la Humanidad, este parque nos invita a sentirnos parte por un momento de este Jurasic Park argentino.









