El único hotel siete estrellas del mundo

Algunos hoteles cinco estrellas sinceramente dan repulsión de tanto lujo que ostentan. Los más rebuscados artilugios para satisfacer el exagerado deseo de comodidad de los huéspedes sumados a las ideas más extravagantes para lograr que el huésped habite en una suite de un inexplicable glamour, vuelven a los hoteles cinco estrellas lugares que parecen no pertenecer a este mundo.

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Ni que hablar de los hoteles seis estrellas, de los cuales pocos existen, pero están desperdigados a lo largo del mundo. Pero ¿qué tal un hotel siete estrellas?

Ubicado en Emiratos Árabes, una de las fuentes de riqueza petrolera más importantes del mundo, el hotel Borj Al Arab es el único hotel siete estrellas del mundo. Este hotel se encuentra localizado en una isla artificial, lo cual lo vuelve un lugar por demás exótico.

Las habitaciones de este hotel tienen un tamaño inconmensurable, puesto que las suites son todas dobles, y tienen una superficie de nada más ni nada menos que 170 metros cuadrados. El Borj Al Arab consta con dos suites reales que alcanzan los 780 metros cuadrados. Los precios de estas suites son acordes a la categoría siete estrellas, y por lo tanto son sencillamente inalcanzables. Las suites comunes cuestan unos 1500 dólares la noche, y las suites reales nada más ni nada menos que 30000 dólares diarios.

El hotel cuenta con absolutamente todas las comodidades que un huésped millonario puede pretender (como no podía ser de otra manera). Todos los huéspedes poseen un Rolls Royce para su andar diario, y todas las habitaciones tienen un lujo increíble, habiendo sido construidas con materiales costosísimos, y con decoración del primer nivel, habiendo sido algunos de sus artículos traídos de dinastías de varias partes del mundo.

Realmente me cuesta un poco entender cómo puede haber personas dispuestas a pagar esta increíble cantidad de dinero para hospedarse tan sólo unas noches en este lugar. Claro, las comodidades lo valen y para estas personas este monto de dinero no causa ningún problema en su economía. Es una cuestión de diferentes realidades. Aún así, ¡cómo cuesta comprenderlo!

VIA | Blogturístico

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