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El Taj Mahal, la arquitectura del amor

Publicado 3 Jul 2007 – 10:39 AM EDT | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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Dentro del concurso que el próximo 7 de julio elegirá a las nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno, llegamos a la penúltima candidata, ubicada en la ciudad de Angra en la India, el Taj Mahal.

El conjunto de edificaciones que es el Taj Mahal tiene varias características que lo hacen único y pasible de ser votado como una de las maravillas de nuestro mundo. La construcción fue levantada en 1630 y a pesar de sufrir los avatares de varias ocupaciones y enfrentamientos, todavía se mantiene en muy buen estado.

Tanto las características arquitectónicas, como las simbólicas, que parten de la historia del edifico hacen del Taj Mahal un lugar casi sin comparación; pero vayamos por partes. Desde el punto de vista del estilo del edificio, este posee reminiscencias de la arquitectura islámica, persa, india y turca, por lo que la combinación de cada uno de los estilos y la fineza de la mezcla lo hacen único en su estilo.

En lo que refiere a la historia de este maravilloso edificio, es de las más atractivas. El Taj Mahal es en realidad un mausoleo que no rinde homenaje ni a un líder político ni religioso, sino que lo hace a una mujer común y corriente que simplemente fue muy amada por el emperador Sha Jahan.

La historia cuenta que Mumtaz Mahal era la esposa preferida del emperador y murió al dar a luz al hijo número 14 del monarca dejándolo hundido en la tristeza. Precisamente fueron los hijos del mismo quienes lo derrocaron y lo encerraron en una cárcel desde cuya ventana podía ver el gran mausoleo.

Planteado en posición perpendicular al río Yamuna, todo el edificio está construido siguiendo las bases de la simetría por lo que podremos fácilmente trazar una línea recta que dividirá exactamente cada construcción por la mitad o duplicará las mismas.

En lo que respecta a los materiales utilizados por los más de 20 mil obreros que trabajaron para levantar el gran Taj Mahal, el mármol llama poderosamente la atención sobre otros elementos, haciendo que el edificio se muestre de diferentes colores según el reflejo del sol.

Para la UNESCO, quien co organiza este concurso, el Taj Mahal es el símbolo del amor y la pasión, y no puedo estar más de acuerdo. De todas formas, hay que ver cómo movido por el amor, y la tristeza de la muerte, este emperador ha logrado levantar (o mandar levantar) un monumento tan refinado y exquisito.

El próximo viernes, cuando solo queden horas para votar, entérate de todo sobre la última de las candidatas, Timbuktú, en Mali.

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