El sistema solar más grande jamás descubierto es realmente grande (muy muy grande) y tienes que conocerlo

¿Te imaginas un mundo a un trillón de kilómetros de su sol? Pues eso sucede con el planeta 2MASS J2126-8140, que orbita su estrella a esa enorme y gargantuesca distancia.

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La historia del planeta errante

Imagen Wikimedia Commons

Los descubridores de este singular sistema solar creían que 2MASS J2126-8140 era un planeta errante que recorría la galaxia sin una estrella a la que orbitar. Por eso este descubrimiento ha sido doblemente sorpresivo.

Nadie esperaba descubrir que este gigantesco planeta gaseoso estaba en realidad orbitando a una lejana estrella a aproximadamente un trillón de kilómetros de distancia. Para que te hagas una idea del enorme vacío entre ambos cuerpos, sería como si la Tierra girase alrededor de nuestro Sol unas 6900 veces más alejada de lo que lo hace actualmente, a 150 millones de kilómetros.

¿Te has fijado alguna vez cómo se ve Júpiter o Venus en el cielo nocturno y estrellado de la Tierra?

Pues así es como veríamos a la estrella enana roja en torno a la cuál orbita este gigantesco planeta y estuviésemos en su superficie. La distancia es tan enorme que apenas es un punto en su horizonte como si fuese cualquier otro cuerpo brillante en la noche.

La relación singular entre la estrella y el planeta

Imagen Thinkstock

Según ha declarado Simon Murphy, de la Universidad Nacional de Australia y portavoz del equipo que ha realizado este fantástico descubrimiento, este planeta sen encuentra a unos 100 años luz de la Tierra, por lo que no está excesivamente alejado de nuestro vecindario.

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Hasta la fecha se cree que el planeta es una enorme bola de gas unas 12 o 15 veces más grande que Júpiter. Es decir, de un tamaño colosal. Eso sí, está tan alejado de su estrella anfitriona que necesita como un millón de años terrestres para completar una vuelta.

Dado que este gigantesco planeta orbita a su estrella unas 140 veces más alejado de lo que lo hace Plutón en nuestro Sistema Solar, cabe preguntarse cómo es posible que se haya formado esta increíble relación.

Las incógnitas y la falta de explicaciones coherentes hasta la fecha lleva a los científicos a creer que este sistema recientemente descubierto es en realidad muy joven, con entre 10 y 45 millones de años de vida, nada comparado con los 4500 millones que tiene nuestro Sistema Solar.

Imagen NASA

Además, añaden que tanto la estrella como el planeta podrían haberse formado a través de un filamento de gas que fue expulsado en la misma dirección, pues no parece haber evidencias de que su creación sea similar a la de nuestro sistema solar, a través de un disco de gas y polvo, por ejemplo.

Así pues, parece evidente que no han sido formados en un ambiente excesivamente denso. Más bien tienen una relación muy tenue que podría haber sido provocada por alguna interrupción orbital sucedida en alguna estrella cercana.

Sea como fuere, está claro que el universo no deja de sorprendernos y de poner patas arriba cada una de las certezas que tenemos en cuanto a su origen y funcionamiento.

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¿Cuál será la próxima noticia que descabalgue nuestros conocimientos actuales?