La ciudad de Ushuaia se encuentra en la costa sur de la isla de Tierra del Fuego (sobre el canal de Beagle), y es la capital de la provincia homónima, en Argentina. Su nombre deriva de Ooshoia u Ouchouaya (como los yaganes llamaban a la zona) y significa "bahia que penetra hacia el poniente".
El presidio del fin del mundo, en Ushuaia

En materia de turismo, la ciudad rebosa de productos turísticos disponibles. Todos ellos, se encargan de atraer (vía aérea, terrestre o marítima) a un inmenso flujo de viajeros al año, además de diversificar la valiosa oferta turística.
Hoy, profundizaré la información en sólo uno de ellos. En lo que es para mi, un sitio incomparable e interesantísimo. Hablo del "Museo del Presidio" del fin del mundo, una cárcel militar de máxima seguridad instalada en la isla de Tierra del Fuego en el año 1899.
La llegada de la cárcel, sin dudas, fue el impulsor o la verdadera causa del establecimiento de la ciudad y dotó de infraestructura a Ushuaia. En ella sólo vivían, en esos tiempos, los empleados del establecimiento y familiares de los reclusos. Con el paso de los años, se conformó una de las más lindas ciudades de la Argentina.
El presidio más asutral del mundo

Alrededor de 250 empleados, entre guardia cárceles y celadores, eran los que custodiaban al penal poblado por unos 580 reclusos. Ellos contaban con celdas unipersonales de 1.5 x 2 metros, segementadas en 5 grandes pabellones, unidos por un vestíbulo central. Los condenados (que eran traídos en bodegas de barcos mercantes con los pies atados y en deplorables condiciones), una vez instalados en el lugar eran vestidos con trajes a rayas.
A pesar de los malos tratos y condiciones de detención, ellos formaban parte de varios talleres que se realizaban fuera del presidio. El más imporatante, era el abastecimiento de leña para la ciudad. Los presos eran trasportados 12 kilómetros a bordo de un tren ( el tren más austral del mundo) a las profundidades del bosque que hoy en día forma parte del PN Tierra del Fuego (el único argentino con salida al mar). Allí, bajo condiciones climáticas azotadoras, ellos trabajaban raudamente para abastecer al poblado de un recurso indispensable para afrontar las bajas temperaturas. Las fugas durante este taller eran un verdadero suicidio, ya que el bosque y el frío tardaría sólo un par de días en terminar con la vida de cualquier presidiario que lo intentara.
Los presos más famosos de la Argentina
Por el carácter de máxima seguridad que tenía la cárcel, allí eran destinados los delincuentes más peligrosos del país. Entre los más famosos, indudablemente se destaca Cayetano Santos Godino, alias el "Petiso Orejudo". Este personaje, el preso número 90, fue el primer asesino serial de la Argentina ya que, entre los 7 y 17 años acabó con la vida de 4 chicos además de varios intentos de asesinato a pequeños de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de varias condenas incompletas, por su minoría de edad, fue trasladado al penal de Ushuaia en el año 1923, donde permaneció hasta su muerte en el año 1944. Allí, tras matar al gato que los presos mantenían como mascota, se ganó una paliza que lo dejó varios días hospitalizado y se cree que, ella fue la causa de su fallecimiento. En el Museo del Presidio su fama quedó inmortalizada en una estatua colocada en su celda y un mural de su cara con orejas prominentes, ubicado en uno de los pabellones.
Otro de los prisioneros célebres fue Simón Radowitzky, un militante anarquista condenado por asesinar al jefe de la policía, el coronel Ramón Falcón y a su secretario, en el año 1909. Este recluso, logró ser reconocido por un intento de fuga muy ingenioso: logró hacerse pasar por un guardia cárcel y así salir del presidio, embarcarse en un mercante y como si esto fuera poco, debió nadar por aguas chilenas para huir de la marina que lo perseguía.
Para completar la idea, te cuento que también existe un mito que cuenta que el reconocido mundialmente Carlos Gardel estuvo en la cárcel. Se cuenta que fue condenado por problemas pasionales, y que fue allí donde aprendió a recitar y escribir letras, antes de tener éxito en su carrera artísitca.

La salida de los reclusos y la llegada de los turistas
En el año 1947, por órdenes del Presidente Juan Domingo Perón, el presidio cerró sus puertas. Los prisioneros fueron derivados a diferentes cárceles del continente y las instalaciones se anexaron a la Base Naval de Ushuaia para ser utilizadas como depósito de materiales y dormitorios para soldados. Luego, en el año 1994, el lugar fue cedido por la Armada y se establecieron los actuales museos: el Museo Marítimo de Ushuaia y el Museo del Presidio, el cuál en el año 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Hoy en día conforma uno de los principales productos de la oferta de Tierra del Fuego. El Museo se complemente además, con el tren del fin del mundo, que en el año 1994 una empresa de turismo acondicionó para el uso turístico. Este recorre unos 8 km de su recorrido original y desemboca en las afueras del PN Tierra del Fuego.

Ushuaia es un destino que, con el paso de los años, incrementó su reconocimiento en el mundo entero de manera exponencial. Hace no mucho tiempo, poseía muchos problemas ligados a la infraestructura hotelera y la accesibilidad, que atentaban contra la llegada de turistas.
Pero gracias a una buena calidad de gestión, acompañadas de una gran cantidad de inversiones se logró posicionar a la ciudad y a toda la provincia en el mercado turístico. Hoy en día se disponen de hoteles de primera calidad y aeropuertos de primer nivel, que favorecen el desarrollo y crecimiento de la ciudad como destino. Te recomiendo unas vacaciones aquí y no olvides una visita al mítico Museo del Presidio.
¿Has visitado este singular rincón del mundo? ¿Lo recomiendas?







