El peligro de la chatarra espacial

En enero del 2009 un satélite de comunicaciones Estadounidense colisionó con otro satélite militar a unos 800 kilómetros de la superficie terrestre. En ese momento fue descrito como un accidente sin precedentes pero ahora se esta reconociendo el peligro de la chatarra espacial en el espacio próximo a la tierra.

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Las órbitas espaciales más cercanas a la tierra se encuentran saturadas de satélites obsoletos en desuso y fragmentos de todo tipo que el hombre ha dejado en el espacio desde el comienzo de la carrera espacial.

Se calcula que además de los miles de fragmentos grandes, podrían existir cerca de medio millón de fragmentos pequeños, pedazos de satélites o naves espaciales que fueron quedando en el espacio desde el comienzo de la carrera espacial.

Hay que pensar que un simple tornillo de un centímetro puede dañar seriamente un satélite o una nave espacial cuando se mueve a velocidades orbitales. El acumulamiento de los desechos espaciales crece día a día al mismo tiempo que aumenta el riesgo de colisiones, esto es una amenaza no solamente para la valiosísima industria de los satélites sino que representa un peligro muy grande para las misiones tripuladas al espacio.

Las zonas mas comprometida son las orbitas que están entre 200 y 1000 kilómetros, esta es la llamada orbita baja, aqui es donde se encuentran la estación espacial, el telescopio hubble y es el campo de acción del trasbordador espacial. La cercanía con la tierra hace que las misiones espaciales sean relativamente fáciles pero para resistir a la fuerza de gravedad, todo cuerpo que tenga masa debe orbitar a una velocidad de 17,000 kilómetros por hora.

El mismo telescopio hubble, que orbita en esta zona, debe ser reparado periódicamente por los impactos de pequeños trozos de chatarra espacial. Hasta una partícula de polvo puede llegar a dañarlo si se da la mala suerte de que colisione en alguna parte vital.