La tierra de Chavela Vargas sabe de favoritismos. Costa Rica tiene su Parque Nacional preferido, el de Cahuita, a orillas del mar Caribe. Un poco de reggae o calypso, un poco de agua de coco y ya estamos preparados para recorrer este magnifico parque costarricense.
El Parque Nacional Cahuita en Costa Rica

Al llegar al pueblo de Cahuita nos damos cuenta de lo exótico de nuestro destino: dos avenidas principales y cinco calles que culminan en el mar. A una cuadra de la plaza central, hay que cruzar un puente hecho de madera que cruje a cada paso que damos. Allí, se encuentra el Parque Nacional Cahuita, que cuenta con una parte terrestre y otra marina. Luego de haber pasado por la entrada necesitamos ordenarles a nuestros pies caminar cinco kilómetros y cruzar con cuidado el río Perezoso.

En este punto es indispensable abrir nuestros sentidos. Veremos mariposas de todos colores como si un pintor hubiera realizado una obra maestra en cada una de ellas. Los monos aulladores pueden llegar a asustarnos con cada uno de sus gritos.

Lo que nos espera es único: Punta Cahuita, una pequeña playa con aguas turquesas pero sin la típica arena blanca caribeña, sino que allí vemos un fino coral seco. Todos los aplausos se los lleva el arrecife de coral, lleno de peces coloridos. Parece el mejor lugar para bucear de todo el mundo debido a su fuerte vida marina.

Este parque es el escenario ideal para practicar turismo ecológico, descansar de las grandes urbes y palpitar la cultura costarricense lejos de las clásicas postales caribeñas.







