Es muy común leer artículos, ver películas de ficción o documentales donde sus protagonistas son los osos, esos impresionantes y aparentemente tiernos animales. Son usuales las imágenes de osos pardos norteamericanos o europeos cuidando a sus oseznos o capturando salmones; los osos polares nadando en las heladas aguas del Ártico; o los magníficos pandas gigantes devorando brotes tiernos de bambú en algún bosque de China.
El oso de anteojos, el único oso sudamericano

Sin embargo, existe en América del Sur una especie de oso endémica y mucho menos publicitada que merece también toda nuestra atención: el oso de anteojos. Conozcamos este animal curioso.

Características del oso de anteojos
Tremarctos ornatus es el nombre científico de este oso que recibe numerosos nombres en dependencia del país o región donde nos encontremos. Así, es también conocido como Ucumari, Jukumari, oso andino, oso frontino o simplemente oso sudamericano.
Es la única especie viviente de oso autóctono de América del Sur y único de su género, lo cual lo hace mucho más valioso. Se puede encontrar desde la Cordillera de los Andes y Venezuela hasta Argentina (no de manera continua), ocupando hábitats tan diferentes como los bosques montanos, los desiertos costeros y los páramos, aunque, sin dudas, los bosques húmedos andinos son sus predilectos, encontrándose la mayoría de las poblaciones restringidos a estas zonas. Ha sido avistado también en Panamá, siendo este el límite norte de su distribución natural.
Es un oso pequeño si lo comparamos con la mayoría de sus parientes, alcanzando “solo” una media de 180 kg los machos, que son mayores que las hembras. En cuanto a su alimentación, es considerada la segunda especie más herbívora entre los osos, tras el panda gigante. No obstante, al igual que el resto de sus parientes, es una especie omnívora, y que además de su dieta vegetal habitual, puede comer también insectos, pichones de aves, peces o huevos, entre otros.

Curiosidades del oso de anteojos
Este oso solitario y de hábitos diurnos tiene la poco habitual costumbre de subirse a las copas de los árboles, donde recolecta frutos y bayas de las que se alimenta. Para estar cómodo durante esta actividad, suelen construir unas plataformas semejantes a nidos empleando las ramas y hojas del árbol donde se encuentran. Estas estructuras les proporcionan comodidad y seguridad en esas alturas, y son empleadas también como sitios de descanso.
Es interesante señalar además que estos osos no hibernan, a diferencia de sus parientes polares y pardos. Otra diferencia con estos últimos es que presenta solo 13 pares de costillas, mientras los otros osos tienen 14. Su nombre popular proviene de las manchas claras que tienen en el rostro y el pecho, las cuales son como huellas digitales que permiten a los biólogos el monitoreo de los animales sin necesidad de marcarlos.

El oso de anteojos, una especie en peligro de extinción
Según un censo del 2004, en toda Sudamérica quedaban solamente alrededor de 18 000 osos de anteojos. Aunque sus enemigos naturales son los pumas y jaguares, el hombre una vez más ha sido su tradicional verdugo, destruyendo los bosques que constituyen su hábitat.
Otras amenazas han sido la caza indiscriminada, al ser considerado por algunos un peligro para la agricultura y la ganadería, así como el tráfico ilícito, al existir la creencia en algunas regiones de que sus garras tienen propiedades medicinales.
Hoy en día se hacen grandes esfuerzos por parte de los gobiernos de algunos países para proteger y salvar esta rara especie en peligro de extinción, patrimonio excepcional de la naturaleza sudamericana.
¿Conocías la existencia del oso de anteojos?









