El Monte Albán, centro de la cultura zapoteca

El Monte Albán, que fuera un gran centro de la cultura zapoteca, está ubicado a sólo diez kilómetros de la ciudad de Oaxaca de Juárez, en México. Reinó sobre toda la región circundante desde varios siglos antes de Cristo hasta el siglo IX de nuestra era, cuando comenzó a declinar. Varias eran las ciudades-estado dominadas por esta importante cultura, entre ellas Zaachila, Tomaltepec, Lambityeco y Yagul.

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Una sociedad bien organizada

Este cerro solitario se eleva en el corazón mismo de los llamados Valles Centrales de Oaxaca y desde el centro ceremonial ubicado en su cima, a cuatrocientos metros sobre el nivel del mar, se visualizan en toda su extensión los territorios que lo circundan: El Valle de Etla hacia el noroeste (donde hay otra importante zona arqueológica, la de San José Mogote, a unos 1.600 metros sobre el nivel del mar, que fuera abandonada hacia el 500 a.C. posiblemente para fundar la localidad vecina de Monte Albán), el Valle de Tlacolula (con las monumentales ruinas de Dainzú y las fortificaciones de Yagul) al este y el Valle de Zimatlán-Ocotlán al sur.

El Río Atovac los proveía del agua suficiente para mantener una agricultura floreciente. Los edificios principales fueron construidos en piedra extraída de las canteras de los alrededores y eran los utilizados por las tres clases dominantes, la realeza, los sacerdotes y los capitanes de la guerra.

La gente del pueblo edificaba sus viviendas, en terrazas que labraban en las laderas del monte, con materiales perecederos que encontraban allí mismo; cultivaban maíz, calabazas y frijoles y se hallaron estanques que acumulaban agua de lluvia y canales que partían de los mismos para solucionar el problema del riego.

Ya tenían un sistema de escritura, contaban con un calendario y con grandes conocimientos de arquitectura y otras ciencias.

Historia tallada en piedra

Recién a comienzos del siglo XX los importantes emplazamientos que pertenecieron a la cultura zapoteca, y que habían sido abandonados por sus habitantes mil años atrás, comenzaron a ser estudiados, siendo rescatados y restaurados la mayor parte de los edificios y hasta algunas tumbas; también han quedado al descubierto numerosas pinturas murales.

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Las construcciones están en su mayoría realizadas sobre plataformas piramidales y se disponen en torno a una plaza central de doscientos por trescientos metros.

Dentro del conjunto urbanístico se destacan la Plataforma Sur, que con sus cuarenta metros de alto es la de mayor tamaño; mide 140 metros por lado. En su parte inferior hay estelas con muestras de escritura zapoteca (glifos) y en la superior se alzan dos montículos a los que se les atribuye una función ceremonial. También se encuentran el Juego de Pelota Grande; el Juego de Pelota Chico; y la Plaza de los Danzantes, con sus estelas de piedra con figuras humanas talladas en extrañas posiciones. De allí el nombre de este último espacio, pues parecen estar bailando. Finalmente encontramos el Edificio L, que es en el cual están las estelas.

Monte Albán es un sitio con mucha energía. Hasta él llegan personas de todo el planeta para visitar esas imponentes ruinas dejadas por una civilización que fue modelo en su época, y que guardan un importante legado que ha perdurado hasta nuestros días.

¿Han visitado alguna vez el Monte Albán? ¿Qué les parece este fantástico sitio?

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