¿El misterio de la Isla de Pascua fue resuelto? Esto es lo que dice la nueva teoría sobre las estatuas gigantes

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¿Se habrá resuelto el misterio?

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Durante siglos los científicos han tratado de resolver el misterio de cómo se trasladaron las enormes estatuas de piedra de la Isla de Pascua. Ya se han elaborado muchas teorías, entre las que se incluyen el uso de troncos, cuerdas y trineos de madera.

Ahora, un par de arqueólogos han elaborado una nueva e interesante teoría. ¡Conócela para ver si la compartes!

Un poco de historia

En un lugar aislado de la Tierra, una pequeña sociedad tuvo la capacidad de crear monumentos que aún hoy asombran tanto a los científicos como a los visitantes.

La Isla de Pascua, que tan solo cuenta con una superficie de 163 km², estaba habitada por los poseedores de una misteriosa cultura, cuyos vestigios son las enormes estatuas conocidas como moáis.

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¿Qué son los moáis?

Estas estatuas representan a los ancestros, gobernantes o antepasados de la tribu. Fueron construidas con ceniza compacta del volcán Rano Raraku e increíblemente se tallaron directamente sobre las laderas del volcán. Esto obligaba a los escultores a ascender a una gran altura para delinear los rasgos del rostro y el cuerpo de las estatuas.

Una vez que habían terminado todos los detalles, cincelaban la parte posterior hasta desprender la estatua de la roca madre, que se deslizaba suavemente hasta caer en un hoyo que le permitía mantenerse en pie. Esta forma de construcción quizás sea la pieza que permitió a los arqueólogos resolver el misterio que envuelve a su traslado. 

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¿Pero, cómo lo hacían?

Los arqueólogos Terry Hunt y Carl Lipo comenzaron su trabajo en la Isla de Pascua esperando encontrar más detalles acerca del colapso de la sociedad y la ecología provocada por los habitantes de la isla. Allí hallaron varias estatuas caídas y estudiaron con atención la parte inferior.

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Lo que más les llamó la atención era que esta tenía una forma abombada, similar a una “D”, en un ángulo de 14° hacia delante.

Entonces llegaron a la conclusión de que los deben de haber movido en posición vertical. De hecho “caminaron” como lo afirmaban los rapanuis. No eran necesarios los troncos después de todo, simplemente unas cuerdas y la habilidad de los habitantes para balancear las estatuas. 

La demostración

Una vez conocida esta teoría, “Nova” y “ National Geographic” insistieron en hacer una demostración.

Para ello, hicieron una réplica de un moái de 3 metros de altura, con un peso de 5 toneladas. Luego, reunieron a 18 personas que ajustaron cuerdas alrededor de la parte superior de la estatua. Utilizaron solamente tres cuerdas, una a cada lado y otra en la parte posterior para evitar que se cayera si se inclinaba demasiado hacia adelante.

Cuando comenzaron a balancearla observaron con estupor que la estatua avanzaba ligeramente. Luego, el progreso fue rápido. Cubrieron 91 metros en tan solo 40 minutos. 

Si bien este descubrimiento provocó un gran asombro entre los científicos pero no así para los descendientes de los rapanui que ya sostenían conocer la verdad: “ Las estatuas caminan”. 

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