Amelia Earhart es una de las figuras más fascinantes de la historia, un lugar que tenía asegurado aún si su final hubiera sido más convencional, menos misterioso.
El misterio de Amelia Earhart resurge con el hallazgo de una nueva fotografía

Nacida sobre los albores del siglo XX, en 1897, evidenció desde muy pequeña un espíritu aventurero y rebelde que la llevó después a convertirse en gran pionera en, al menos, dos campos: el del feminismo y el de la aviación.
Cuando todavía era muy joven y su carrera profesional no había sido definida, según su biografía oficial, Amelia Earhart guardaba en un cuaderno, recortes de periódicos con noticias sobre mujeres que habían triunfado en áreas tradicionalmente masculinas como la dirección de cine, el derecho, la publicidad o incluso la ingeniería mecánica.
Un interés que luego rendiría sus frutos.
Desplegando las alas

Durante la Primera Guerra Mundial vio volver a su país a los soldados heridos y trabajó temporalmente como ayudante voluntaria de enfermería en un hospital militar, pero tal vez este primer contacto con el mundo militar, y el imperante clima bélico de la época, terminaron por despertar en ella su fascinación definitiva por la aviación, pasión que le daría gran fama y popularidad, pero que también estaría directamente vinculada a su desaparición en 1937.
Su carrera como aviadora se extendió a lo largo de la década de 1920, aunque todavía alternaba con otros trabajos como maestra y trabajadora social.
En 1928 acompañó a un equipo formado por otros pilotos en un vuelo transatlántico, para el que ella todavía no estaba entrenada. Al aterrizar la entrevistaron y dijo que no había hecho nada durante el viaje, que había viajado «como si fuera equipaje, una bolsa de papas», pero agregó: «Tal vez algún día lo intente por mi cuenta».
En los años siguientes pulió su destreza como piloto y afianzó su carrera, marcada por una fuerte presencia pública (la prensa la bautizó “la reina del aire”), una constante promoción de esta actividad y hasta la militancia feminista en el marco de ésta.
Creó el grupo conocido como «Las 99», una organización internacional formada exclusivamente por pilotos mujeres y dedicada a promover y expandir las posibilidades para ellas en este campo profesional. Por un par de años, también dio clases en una universidad, que se jactaba de ser «una de las pocas universidades de los Estados Unidos con cursos de aviación para mujeres».
Con todo esto, inevitablemente también incursionó en la política, convirtiéndose en miembro del Partido Nacional de Mujeres de los Estados Unidos (una agrupación surgida desde las luchas por el sufragio femenino en el país) y en una temprana defensora de la Enmienda de la Igualdad de Derechos.
En 1932, finalmente, Amelia Earhart se convirtió en la primera mujer piloto en hacer un vuelo transatlántico en solitario.
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Tragedia y desaparición
Con su natural ambición, su siguiente objetivo fue el de hacer un vuelo alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial, del que realizó dos intentos. El primero fracasó por desperfectos mecánicos o técnicos que, partiendo desde Oakland, en California, le impidieron llegar más allá de Hawái.
Durante el segundo intento, en julio de 1937, los radares perdieron el rastro de su vuelo cuando atravesaba el Pacífico.
Amelia Earhart, su avión y su tripulación desaparecieron antes de llegar a su parada provisional en la isla Howland.
Nunca más se supo de ella.
Los detalles, las especulaciones y las teorías sobre su desaparición, los intentos de explicar lo sucedido, se cuentan por decenas.
Se ha hablado de malentendidos, desperfectos, fallas en la comunicación o errores de la piloto, pero nada de esto explica porqué, más allá de la posible caída de la aeronave, nunca se encontraron restos físicos de ésta ni de su tripulación.
Los esfuerzos de búsqueda posteriores no dieron resultado, pero algunos han considerado que las técnicas de búsqueda y rescate de la época eran todavía muy rudimentarias, y que tal vez se basaron en conjeturas equivocadas o en información errónea.
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Una hipótesis cobra fuerza
Hay tres grandes hipótesis sobre la desaparición de Amelia Earhart.
- La primera sostiene que el avión falló poco antes de llegar a la isla Howland, se estrelló y se hundió en el océano, y toda su tripulación murió en el accidente.
- La segunda, con una vuelta de tuerca más trágica, supone que Earhart no pudo encontrar la isla Howland donde debía hacer su aterrizaje provisional y cambió su ruta de vuelo para buscar otra isla cercana, aterrizando con éxito en la isla Gardner, un atolón de coral perteneciente al grupo de las islas Fénix. Según esta hipótesis, Earhart y su tripulación pasaron meses varados y sin ser encontrados en esa isla, hasta que murieron de inanición o deshidratación.
- Por último, la otra hipótesis, todavía más dramática y con rasgos de teoría conspirativa, sostiene que, en efecto, Earhart logró hacer un aterrizaje exitoso tras cambiar su ruta de vuelo y llegar a la isla de Saipan, perteneciente al grupo de las islas Marianas, pero que una vez allí ella y toda la tripulación fueron capturados por las fuerzas japonesas, que ocupaban la isla en el momento. Según esta versión, los japoneses mantuvieron a Earhart como prisionera, mientras que el avión que piloteaba —un Lockheed L-10 Electra— lo desarmaron y lo arrojaron al océano.
Esta última teoría, inspirada en las grandes similitudes entre la aeronave que piloteó Amanda Earhart en 1937 y un caza que la Armada Imperial Japonesa empleó a partir de 1940, parece tener una nueva evidencia ahora.
En un documento olvidado y perdido del Archivo Nacional estadounidense, fue descubierta recientemente una fotografía que sugiere que, en efecto, Amelia Earhart sobrevivió al vuelo y fue capturada por los japoneses.

La imagen muestra a una mujer que se asemeja a Earhart y a un hombre que podría ser su copiloto, Fred Noonan, en un muelle, junto a otras personas presuntamente de origen japonés.
Aparentemente, más detalles sobre el descubrimiento de esta foto y sus implicaciones serán revelados en un documental de History Channel, titulado Amelia Earhart: la evidencia perdida, que se emitirá en los próximos días.
History Channel consultó a analistas independientes que han dicho que la foto parece ser legítima y no ha sido trucada.
Otro experto y ex analista del FBI consultado por NBC News, también dijo que todo indicaba que la imagen mostraba realmente a Amelia Earhart y su copiloto.

Presuntamente, la foto fue tomada en 1937 por un espía, y en ella se puede ver, además, un barco japonés que tiene a bordo lo que podrían ser los restos de la aeronave de Earhart (que al igual que lo que se puede estimar del barco de la foto, medía poco más de 10 metros de largo).
Amelia Earhart sería la mujer que está al fondo de la imagen, de espaldas, aunque se percibe que tiene el cabello corto y que está de pantalón, dos rasgos característicos de la piloto.
NBC News también consultó a un experto en reconocimiento facial para analizar al supuesto Fred Noonan, que está de frente en la imagen. El experto aseguró que las entradas en el nacimiento de su cabello y su nariz encajan con los rasgos conocidos de Noonan.
La imagen, en definitiva, aunque brinda una evidencia bastante sugerente a la teoría de Amelia Earhart cautiva en manos de japoneses, no parece ser lo suficientemente clara y concluyente como para dar por terminado el enigma, que irresuelto siempre será mucho más interesante y atractivo.
En efecto, no hay nada lo suficientemente concluyente como para no afirmar, como han hecho algunos, que Amelia Earhart no solamente sobrevivió a su famoso vuelo, sino que luego se mudó a Nueva Jersey, se cambió su nombre y vivió oculta por cuatro décadas más.
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