El interior de nuestro cuerpo desde el ojo de una microcámara monitoreada
Son muchísimas las utilidades de esas microcámaras que los pacientes deben tragarse para que los médicos puedan conocer su interior sin tener que utilizar el odioso bisturí. A través de estas cámaras pueden realizarse incontables análisis y exámenes, además de poder diagnosticar enfermedades o dolencias que de otra forma sería muy difícil hacer.
Normalmente el procedimiento que se sigue es el siguiente. El paciente se traga una pequeña cámara no más grande que un caramelo, la cual recorre todo su esófago, estómago e intestinos para así los médicos poder examinar el interior del paciente con precisión.
Sin embargo, existe un grave problema con estas cámaras: no permiten observar el esófago y el estómago con exhaustividad. A la camarita le toma entre 3 o 4 segundos bajar por el esófago, y puede tomar sólo entre dos y cuatro imágenes por segundo, mientras que en el estómago su peso hace que baje rápidamente a los intestinos.
Sin embargo, un grupo de instituciones internacionales (Hospital Israelita de Hamburgo, Royal Imperial College de Londres, y el Instituto Fraunhofer para la Ingeniería Biomédica en Sankt Ingbert) han logrado crear una camarilla que se monitorea desde el exterior del paciente que permite captar con mayor precisión estas zonas de su cuerpo.
A través de un dispositivo magnético que el médico toma en su mano durante el examen, la camarilla se mueve siguiendo las indicaciones del doctor, pudiendo así tener una visión más precisa del esófago y estómago del paciente.
De esta manera se podrán diagnosticar con mayor precisión las dolencias puntuales de los pacientes localizadas en estas zonas de difícil acceso con anterioridad a la creación de este dispositivo.
Vía | Amazings