La ciudad de Tucson, en Arizona, Estados Unidos, cuenta con todo el confort para recibir visitantes del mundo entero. Es ágil, bella y moderna, cuenta con los mejores hoteles y hay centros comerciales donde nada falta.
El gran Parque Nacional Saguaro de Tucson, Arizona

Pero las verdaderas maravillas comienzan cuando salimos a pasear por sus alrededores. La belleza que la rodea es indescriptible, la naturaleza se despliega allí en su máximo esplendor. Para proteger ese excepcional entorno es que se creó el Parque Nacional Saguaro, que debe su nombre a los imponentes cactus de más de diez metros que le son característicos y su figura emblemática, además.
Estandartes naturales
Muchísimas de estas plantas se acercan a los trescientos años de edad y es debido a esa longevidad que poseen su gigantesco tamaño, pues en sí son de crecimiento lento (tan sólo se elevan, anualmente, unos diez centímetros).
Sus ramas se expanden hacia los lados y les confieren la forma de candelabro que permite reconocerlos como especie de inmediato.

El Parque se divide en dos regiones, una al Este y otra al Oeste de la ciudad. Los mismos se denominan: Distrito de la Montaña Tucson y Distrito de la Montaña Rincón. El primero posee elevaciones de terreno que van desde los setecientos hasta los 1500 metros (en algunas de ellas hay petroglifos, dato interesante para quienes gusten de la arqueología y la antropología) y el segundo entre los 900 y los 3000.
El nombrado al principio tiene vegetación arbustiva baja y comunidades de hierbas típicas de climas áridos, entre los animales que lo habitan está el coyote (otra figura representativa de la región), el murciélago y la tortuga del desierto.
Características de Saguaro
En el otro Parque hay más variedad de biomas porque la cantidad de precipitaciones anuales es algo mayor. Además de los arbustos bajos y las típicas hierbas encontramos bosques de robles y de pinos. Entre sus animales veremos osos negros, linces, ciervos de cola blanca, arañas de diferentes tamaños, búhos moteados y serpientes.
La complejidad del relieve hace más atractivo el desafío de recorrer a pie las distancias entre distintos puntos, aunque se organizan paseos a caballo o en mula para quienes no gustan de las caminatas. También se puede escalar. A todos los amantes de la vida en su estado natural les recomendamos realizar una visita a este parque natural.

En la época de floración de los Saguaros se llena el aire de colibríes que son atraídos por el néctar de las flores de éstos, aunque muchas otras aves habitan ambas regiones y las puestas de sol en el desierto siempre son impresionantes.
¿Qué te parece el paisaje? ¿Has visitado alguna vez el Parque Saguaro?







